martes, marzo 29, 2016

LEJOS DE LOS BULEVARES DE CEMENTO


Hoy mis ojos se han enredado en lo más alto del paisaje otoñal.
Mientras el AVE corría sin aliento hacia su destino, por la ventanilla del tren he visto volar bandadas de pájaros, dedos de Dios erguirse hacia el cielo, tierras yermas soñando en su resurrección, árboles multicolores, espadañas silenciosas con sus nidos de amor y esperanza, cigüeñales hermosos, senderos de arbolillos a punto de ser trasplantados en su destino final, el abrigo blanco de la niebla trepando hasta las entrañas de esta Castilla.
Pueblines bellos, pueblillos al rescate, lienzos esculpidos por la mano del hombre porque, cuando éste aúna sus fuerzas con la madre naturaleza, de ello puede resultar de la belleza más simple, la plástica más sublime.

Hoy no quiero memorias traumáticas ni ojos apagados de tanto  desaliento;  hoy el AVE ha encendido la bombilla de mi sensibilidad. Bienvenido sea este consumo tan poco consumista.

3 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Bendito AVE que tan bien se porta contigo.

Besos.

Ambar dijo...

No dejes que esa bombilla de tu sensibilidad se apague porque siempre será mejor que el desaliento.
Besos

Ricardo Tribin dijo...

Querida amiga.

Ese AVE y tu espíritu son magníficos.

Te aprecio mucho.

Un beso.