lunes, noviembre 30, 2009

EL HOMBRE DEL PARAGUAS

Fue ayer, era muy temprano. Estaba esperando a que abrieran la exposición “De Rembrant a Veneer” en París. No había turistas, sólo yo como nota disonante del paisaje…
La mañana del domingo amaneció desplomada de luz ceniza invitando a perderte por cualquier nube acolchada de sensaciones. El aire bailaba melancolía mientras un viejecillo daba de comer a las palomas en las escaleras de la Madeleine. Le observaba con la paz que corre por tus venas cuando la realidad te regala escenas tan hermosas.
... Y comenzó a caer una suave espuma de agua nieve sobre el hombre harapiento, sobre las palomas, sobre mí, tan silenciosa como dulce que no me di cuenta que un ángel protector me estaba abrazando con un paraguas. Me volví y encontré un hombre alto, fornido con gabardina, visera muy francesa y pañuelo al cuello. En su rostro llevaba grabado los rasgos de un erudito, no sé en qué, pero en algo. No me sonrió aunque sus ojos ancianos sí lo hicieron. Inclinó su cabeza hacia mí y haciéndome un gesto con su mano me dijo “Madame...” Cuando entramos en la exposición a duras penas entendí que le siguiera y así lo hice. Me arrastró por las escaleras al contrario de la dirección en la que iba la gente hasta llegar a la última sala. Cuando llegamos estábamos solos y extendiendo los brazos me dijo con satisfacción “Voilá” y, volviendo a inclinar su cabeza hacia mí, terminó diciendo “Au revoir, Madame”... Se difuminó en uno de los cuadros de Verneer.
Al salir a la calle, vi un rayo tímido que trataba de hacerse hueco entre tanta nube bronca. El mendigo de las palomas se había teñido de blanco y el hombre del paraguas caminaba en la lejanía bajo su paraguas; el rayo del sol le iluminó y yo creí estar soñando..., pero fue muy real.

10 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Pura magia.
Que envidia me das.

Besos.

aapayés dijo...

Es un placer visitar tu espacio y descubrir tus letras.

Un abrazo
Saludos fraternos..

Que tengas una semana excelente..

José Luis López Recio dijo...

Estupenso el modo en que te has sumergido en un mundo onírico.
Un gran abrazo guapa.
Tienes un premio en mi blog.

MarianGardi dijo...

Estoy en Granada, si hubiera estado en París me hubiera gustado verte.
Noviembre es frío en París, tu relato parece una pintura de los impresionistas.
Un fuerte abrazo preciosa

centro de llamadas dijo...

Es increible la manera tan hermosa en la que tienes para contarnos de tus cosas se queda uno con ese deseo de volver mañana.

Maripaz dijo...

MªAngeles, lo has bordado...que bién escrito está mi niña!!!

Tienes una enorme facilidad para trasmitir un mundo de sensaciones, donde uno se queda atrapado con su magía.

Un abrazo

Jesús Arroyo dijo...

París, París... Siempre nos quedará París...
Un besazo.

Nómada planetario dijo...

Una visita muy satisfactoria a la capital francesa.
La imagen de Cartier-Bresson magistral, acorde con el texto.
Besos a la bulla y corriendo me voy para la facu.

Luis y Mª Jesús dijo...

Pura magia. Eres mágica querida amiga!!!
Lo pasaste genial, estupendo!!!. Pensé en ti y me acordé de un viaje que nos pagaron los chicos a París, les salió por dos gordas pero estaba tan bien planeado, tan buscado el hotel céntrico, avisado a los compañeros para que nos sustituyeran, fue una maravilla a pesar de la mastitis que sufrí (estaba dando de mamar a la pequeña y no me la dejaron llevar).
Muchos besos

ALBINO dijo...

En Paris puede ocurrir cualquier milagro. Lo tuyo fue real aunque parezca fruto de tu imaginacion.
Podría contarte mis diálogos con Toulouse Lautrec en el "Moulin Rouge" o mis absentas compartidas con Apollinaire en "Au lapin agil"...pero sería muy largo.
Besos