lunes, marzo 03, 2014

GENTE CORRIENTE

Tengo la costumbre de enredarme entre las hojas de las revistas; disfruto de la sensación en que voy a encontrar un tesoro. Siempre hallo unos ojos, una sonrisa, unas manos, siempre algo que enciende la chispa de la imaginación. Las abro, las extiendo por el suelo, echo mano de las tijeras, de papel y bolígrafo y comienzo a investigar…
Y lo más llamativo de todas las revistas, sean de la índole que sean, es que todas tienen algo en común: un pequeño espacio con alma humana. Sí, me refiero a plumas anónimas que expresan el latir de las calles, lo que de verdad pasa por el mundo, lo que les inquieta, lo que les asusta, aquello que les encoge el corazón. Ninguno de ellos son banqueros, ni políticos, ni artistas, ni cantantes…, son simplemente gente corriente con un corazón que late a ritmo del día a día, con una mente que desarrolla ideas, piensa y hacen, al fin de cuentas, que esas revistas o semanales tengan gratuitamente la verdadera esencia de la vida, la voz de la calle con una letra desconocida.

…Cuando termino mis tardes con multitud de recortes, los guardo en una caja y, en verano, al frescor del agua y mientras el sol me aplana la sesera, saco esos tesoros recolectados en tardes de invierno y encuentro verdaderas joyas literarias que, en menos de quinientas palabras te hacen la radiografía de un tiempo, un momento, un instante…, todas hechas por gente corriente pero muy valiosa.

1 comentario:

Nómada planetario dijo...

Suelo repasar algunas revistas en las salas de espera de médicos y similar. No entiendo la profusión de algunas consagradas a la vanidad del bien aparentar. Las que contienen trazas de humanidad son dignas de recortar, tal como tú cuentas.
Besos.