Ahí están. Tú no los aprecias, ni te das cuenta que te están delatando, que
hablan por ti.
El rostro, ese espejo del alma con sus ojos turbios o luceros del alba.
Boca tensa, entreabierta o girando hacia el cielo. Manos perdidas o extendidas
como el ala de una gaviota. Tu columna encorvada y contrahecha, o como los
dedos de Dios, esbelta y alargada… Todo en nosotros habla sin necesidad de
volcar una sola palabra. Nuestros silencios, losas sobre los otros. Miradas
perdidas, ciegas de sentimientos. Miradas tiernas, dos soles de bienvenida.
Chasquido de lenguas mudas ante el asco, abatimiento del cuerpo que anda
sonámbulo ante tanto peso sin resolver.
Hablamos y hablamos y no dejamos de hablar aunque nuestras bocas no se
hayan abierto y nuestra garganta no teclee ninguna cuerda.
Ayer me reprocharon tanto gesto enojoso y no pude contestar. La sonrisa
helada en lo alto de una rama pelada. Los ojos tan perdidos en las tinieblas y
las manos colgadas en el precipicio del cuerpo que se arrastraba… ¿Qué iba a contestar?
Tan sólo el silencio de mis palabras fue serio candidato al oscar a la
mayor tristeza.
4 comentarios:
Me voy conmovido.
Un abrazo gigante.
Los gestos hablan por nosotros, mejor expresado imposible, me encanta cómo escribes. Un beso y feliz fin de semana amiga.
Querida amiga.. quisiera.. verte otra vez.. como te conocí alegre y feliz... pero.. sé que .. hay algo.. que te duele en el corazón.. se nota..
y bueno.. que .. tu corazón cicatrice.... pronto.
Por que en esa foto de tu blog, bella estas de narices.. osea.. que... bueno.. quizás solo haya sido un texto.. inventado.. y tu belleza.. sea.. lo radiante.. de tu corazon
Publicar un comentario