Ahí están. Tú no los aprecias, ni te das cuenta que te están
delatando, y hablando de ti.
El rostro, ese espejo del
alma con sus ojos turbios o luceros del alba.
Boca tensa, entreabierta, o girando hacia el cielo.
Manos perdidas, o extendidas como el ala de una gaviota.
Tu columna encorvada y contrahecha, o como los dedos de Dios,
esbelta y alargada.
Todo en nosotros habla sin necesidad de volcar una sola palabra.
Nuestros silencios, losas sobre los otros. Miradas perdidas, ciegas de
sentimientos. Miradas tiernas, dos soles de bienvenida. Chasquido de lenguas
mudas ante el asco, abatimiento del cuerpo que camina sonámbulo ante tanto peso
sin resolver.
Hablamos y hablamos y no dejamos de hablar, aunque nuestras bocas
no se hayan abierto y nuestra garganta no teclee ninguna cuerda…
Ayer me reproché tanto gesto enojoso y no pude contestar. En las
copas de los árboles colgaban perlas diminutas; eran lágrimas heladas como la
frialdad de un corazón que no late y su sonrisa yace en lo alto de una rama
pelada. Un aire fino a hielo fundido agitaba mi piel desnatada mientras
caminaba por las sombras de un jardín abandonado. Era mi nostalgia al
despertar, la pena acurrucada en algún rincón de mi alma.
Ayer amaneció un techo de cristal, tan azul como espejo en mis
ojos tristes. Perdidos en las tinieblas y las manos colgadas en el precipicio
de un cuerpo que se arrastraba… ¿Qué me iba a contestar? Tan sólo el silencio
de mis palabras fue serio candidato al óscar a la mayor tristeza.
7 comentarios:
¡¡¡¡Hola!!!! Me has helado el corazón, un texto tan breve dice tanto...y taaaan triste.
Muchos besos y te deseo lo mejor en este 2018, feliz entrada y salida de año.
Qué melancólicas os ponen las Navidades a las personas sensibles, aunque no todas lo expliquen tan bien como tú.
Un abrazo.
Los gestos hablan por si solos, asi es, amiga...Ojalá nos diéramos cuenta de ello y fuéramos más positivos a la hora de dar a los demás lo mejor...!
Felices días con los tuyos y un año nuevo lleno de bellas experiencias.
Mi abrazo y cuídate mucho.
A veces sobran las palabras...es cierto que nuestros gestos y movimientos nos delatan. Muy bello texto. Aprovecho la ocasión para desearte mucha felicidad para el 2018. Un fuerte abrazo.
Poder controlar el lenguaje corporal es misión casi imposible. A veces los demás, caritativamente, disimulan como si no se hubieran dado cuenta.
Besos
La mucha luz es como la mucha sombra no deja ver. Creo que hay gestos que dibujan su propio sentido, y en ocasiones se vuelven armas de oscuridad y que es difícil dejarlas o alejarlas de nosotros u olvidarlas.
Un abrazo muy fuerte y un venturoso 2018
duro , profundo y sublime el lenguaje corporal puede amar, llorar y odiar querer uuuff hablar habla el alama mis como tus ojos perdidos precioso trabajo un beso desde mi brillo del mar
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