lunes, mayo 11, 2015

PROMESAS

Es tiempo de promesas después de años, meses, de desencantos.
“Puedo prometer y prometo” Frase mítica de un tiempo que los españoles vivieron. Nadie como el hombre que la pronunció para tomarle como símbolo de que prometer es gratis, incluso loable. Sin embargo, a la hora de la verdad, son muchos escollos para llevar a cabo la promesa dada, algunos insalvables.
Otrora, el verbo prometer me suena a engañifa, a estafa. Unos, porque gracias al Altísimo, sus promesas serían inviables ya que si hacen lo que prometen, hundirían un país y pasaríamos a ser una nación como muchas que hay sin recursos, con la voces atadas y los derechos asesinados por mucho que loen a la libertad ¡Mentira! Otros, venden humo, y los más versados en estos menesteres trafican con mentiras.
Anoche vi un anuncio que, según transcurría su trama, más tocaba en mi fibra sensible. Decía verdades, narraba historias comunes de cualquiera de nosotros, ¡ases quienes lo diseñaron!, sin embargo, al final del anuncio, cuando se desentraña quien lo dice, cambié de canal por el coraje que me dio.
Sí, estamos desencantados, muy cabreados y muy quemados, todos. Unos con más razón que otros pero, en suma, somos todos. La realidad es que lo que tenemos ya no vale. Ha de pasar tiempo para que en ese tiempo nazcan y se formen nuevos personajes en los que creer y depositar nuestra confianza, encandilando a las masas con su verdad, honestidad, trabajo y hechos. Personas creíbles, modelos a seguir e imitar, si la ocasión lo requiere.
Los personajes recién nacidos, como quien dice hace tres días, a unos se les cae sus propuestas por sus hechos y a los otros les falta aún solidez. Y lo que hay, los dos bastiones más seguidos, es mejor apagar la luz para no verlos.
Mientras, hago mías parte de las palabras de Juan Goytisolo, último premio Miguel de Cervantes. Y no por su guiño a Podemos, ni mucho menos, sino por su compromiso con la realidad aprovechando sus letras para denunciar, haciendo referencia a la convulsa realidad que nos está tocando vivir, a las miles de injusticias sociales, a tanto ladrón suelto, a ese 20% de nuestros niños que vive bajo el umbral de la pobreza, a esa mirada corta y desviada que lanzamos cuando las cosas no nos gustan, pero que nos dejen vivir en paz mientras el tiempo lo permita. No nos merecemos que se mercadee con nuestra España y nos conformemos con “la mierda” que engulle esperanzas e ilusiones.
Seamos consecuentes, analicemos sin prisa, pensemos lo que nos conviene a cada uno que al final será en bien común. No votemos con rabia aunque estemos rabiosos y tengamos motivos más que suficientes para mandarles a “la mierda” Tampoco cojamos una pataleta y nos vayamos de excursión en vez de depositar nuestro voto, o nos quedemos en casa refunfuñando, no. Vayamos todos y depositemos nuestra verdad en las urnas.

¡Vaya mitin que os he dado!

2 comentarios:

Micaela dijo...

Es cierto que reina el desencanto por todas partes; pero tenemos que tener esperanza en que vengan tiempos mejores. Muchos besos.

Codorníu dijo...

Todo está muy confuso, tan confuso que la gente apenas va a cambiar su voto.

Pobrecito pueblo.