Y luego llega la mar, esa mar desbordante de energía para aplacar nuestros
pulmones de la sal que se nos arrebató. Porque cuando la espuma de una ola
encrespada te rodea, sientes una extraña magnitud de felicidad, y una
arrebatadora libertad revoloteando cual gaviota a tu lado. No es una espuma
clandestina, se la nota emerger con el poderío que sólo la mar tiene; entonces,
un blanco rayando el albino sacude tu cuerpo, lo zarandea jugando con el niño
que llevamos dentro. Miras la ola embelesado, absorbiendo la belleza que el
agua encierra, respirando el salitre que sólo te da la mar. Te conviertes en
velero surcando tus propias aguas, recorriendo tus múltiples personas, esa que
la vida diaria te arrebata.
Espuma del Atlántico, fronteriza con el Dulce y sosegado Mediterráneo, de
luz y textura inigualables. El agua se bate así misma, se espolea como nosotros
hacemos cuando nadamos a nuestros interiores, generando una sinfonía de
vaivenes, altos, y grabes, bravos y leves, en la que tú, sí, tú, te sumerges
encontrándote, al fin, con la persona
que se esconde en los dobleces de tu
alma.
El verano es dulce, es vivo y vital y encierra esa magia que da el romper
con la monotonía que agobia, con la luz que nos apaga, con la mar que nos da
vida.
El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar!
¿Por qué me trajiste, padre,
a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste
del mar?
En sueños la marejada
me tira del corazón;
se lo quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste
acá?
Gimiendo por ver el mar,
un marinerito en tierra
iza al aire este lamento:
¡Ay mi blusa marinera;
siempre me la inflaba el viento
al divisar la escollera! Rafael Alberti
El mar. ¡Sólo la mar!
¿Por qué me trajiste, padre,
a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste
del mar?
En sueños la marejada
me tira del corazón;
se lo quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste
acá?
Gimiendo por ver el mar,
un marinerito en tierra
iza al aire este lamento:
¡Ay mi blusa marinera;
siempre me la inflaba el viento
al divisar la escollera! Rafael Alberti
2 comentarios:
No conocía este poema de Rafael Alberti.
Es precioso.
Si.
El verano y el mar parece que vayan de la mano.
Besos.
Espero que haya podido hacer días de playa, excursiones y terracitas. Buen finde. Un abrazo.
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