No, no lo fue sino una inflexión en el tiempo de una nación llamada España;
un dos de junio que pasará a nuestra historia.
He tardado cuarenta y ocho horas en poder titubear las primeras palabras
porque aunque rumiado desde hace meses que se necesitaba un cambio generacional
por muchas circunstancias, no por eso, nos pilló a todos con el pie cambiado;
es más, cuando me enseñaron en Internet la portada del Norte de Castilla
diciendo “El Rey Abdica” llegué a pensar que era un chiste más de los que
pululan por la red diariamente.
Incredulidad, sorpresa y más tarde cierta tristeza.
Yo era muy joven cuando llegó Juan Carlos I con la democracia debajo del
brazo incluido el Partido Comunista; aquella sensación aún me huele a canela y
clavo y me sigue sabiendo a una puesta de sol en un chiringuito ibicenco:
maravilloso. Cómo tampoco se me olvida aquel 23F que algunos hace poco han
querido distorsionar y confundir a la población. No, no tuve miedo, sí mucha
expectación pegada a la radio, hábito que no he vuelto a abandonar desde
entonces. Y no tuve miedo porque este hombre con corona me daba seguridad y
confianza. Con los años, su figura fue creciendo conmigo y lo consideré como la
mejor inversión que hizo la
España contemporánea siendo, además, el mejor embajador que
podíamos tener; un diplomático que llevaba por doquier la marca España y que
nos abría puertas donde a otros no se las habrían abierto jamás.
Un día llegó Botswana mientras España se debatía en un problema gordo y su
Rey no estaba… “Un perdón avergonzado” salió de la boca de nuestro Rey, pero su
pueblo no se lo perdonó; pueblo demasiado dolorido por tanto problema, con un
paro que comenzaba a dispararse, unos políticos que se estaba “llevando vivo el
ahorro de una nación”, y un mercado hundiéndose a sus pies… De ahí se pasó a
desempolvar su vida privada repleta de “cornucopias” hacia nuestra Reina (una
profesional al cien por cien de sus capacidades), una hija y un yerno que nos
avergonzaron a todos… Era cuestión de tiempo.
Tal vez no sea el mejor momento para marcharse, pero los expertos nos dicen
que más tarde puede ser peor… Los republicanos han salido a la calle
rápidamente, están en su derecho, para eso estamos en una democracia. Lo que me
escuece es que ciertos políticos olviden el ejercicio de responsabilidad,
políticos sin discurso, tóxicos en sus referencias, ignorantes en cuanto a la Historia más reciente
(pongamos por ejemplo 1931), políticos que han de velar por la estabilidad de
un pueblo que lleva tiempo muy tocado y que necesita luz, ilusión y esperanza
para salir del agujero. Dar ejemplo a los jóvenes, adultos del mañana, igual
que a mi generación lo dieron Juan Carlos I y aquellos políticos de entonces
que reconciliaron a las dos Españas.
Los españoles somos la caña, me siento orgullosa de serlo. Somos gente
pacífica que sabemos disfrutar de la vida, con un humor fuera de lo corriente,
pero no somos tontos, y no quiero que nos manejen ni nos den información
confusa, porque hay mucho ciudadano sin criterio que necesita para aclarar sus
ideas que se le tome en serio, que se le forme, que se le enseñe la verdad sin
requiebros, sin esconder la mano cuando se tira una piedra. España lo necesita,
lo que no necesita en este momento son viejas rencillas que impiden avanzar, y
que nos pueden volver a dividir porque en una democracia cabemos todos.
Todavía no se me ha ido de la cabeza el domingo veinticinco de mayo cunado
apareció en escena “Podemos” y manifesté que me alegraba ¡En qué hora lo dije!,
me miraron con incredulidad hasta me dijeron que ya no me conocían y por más
que dije que había mucha gente que necesitaba encontrar su lugar, agarrarse a
una esperanza. Mis ideas no comulgan con las ideas de ese partido, pero creo en
la democracia y ahí cabemos todos y eso nos lo trajo la corona, pese a quien
pese.
3 comentarios:
Tienes razón, en una democracia, cabemos todos y se trata de encontrar nuestro lugar y aportar cada uno lo mejor para poder salir adelante.
Éste rey ha sido un aprovechado y un gorrón. Un desaprensivo.
Espero que "la roja, republicana y atea" de Letizia pueda cambiar un poco las cosas. Ella es del pueblo, como nosotros, bueno, como yo, y espero se identifique con nuestros problemas y ayude en la medida en que pueda. Transparencia es lo que necesitamos, y menos aparentar, menos comisionistas, como ha sido fundamentalmente Juan Carlos I. Su familia también se ha lucrado todo lo que ha podido y un poquito más. Me encantaría que al "desimputón", la metiesen en la cárcel junto con su duque empalmado, pero eso no creo que llegue a verlo. Los tentáculos de ésta gentuza son largos todavía. En este país no necesitamos ninguna figura decorativa que nos consiga contratos a base de unas fuertes comisiones. Nos cuestan mucho a todos los españoles. Que se vayan a mamarla a otro lugar.
Si crees que la política esta llena de corruptos y deseas que cambie,
no votes como lo has hecho hasta ahora.
vota a quien quieras, pero no a los mismos, y mucho menos a los que han gobernado hasta hoy.
Saludos
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