sábado, mayo 26, 2012

LA PUTA ENVIDIA... Con perdón


Sí, literariamente  esta palabra/adjetivo/vulgarismo –depende cómo se use- puede significar muchas acepciones:  Persona que ejerce la prostitución- Se dice de la persona que obra con malicia y doblez- Muy bien, estupendo- Muy mal, fatal y, finalmente, como oprobio.
Yo la utilizaré como oprobio o agravio… Y es que la envidia merece todos los descalificativos hasta el de saltarse las reglas y lograr, primero, machacarla y, después, matarla. Aunque, no nos engañemos: a la envidia no la viene a buscar la parca, ni beoda ni borracha.
La envidia, sin embargo, mata, mata lentamente al espíritu de sus victimas. Es un enemigo silencioso, disfrazado, no le ves llegar. Cuando eres consciente de que sus tentáculos se han apropiado de tu voluntad, de tu carácter, es tarde pues ya estás vomitando el veneno sobre los demás; sufres hasta morir ante los que sufren tu envidia de manera ruin y cobarde.
En otras ocasiones-las menos-, sabes que la maldita envidia está dentro de ti, pero tu vanidad no te deja reconocerla alto y claro y,  posteriormente, desterrarla. Así te callas y luchas como puedes contra ella; unas veces la ganas y otras pierdes.
La envidia es la peste, peste que no conoce vacunas y todos, alguna vez, la hemos sufrido aunque no la hayamos reconocido por su máscara.

3 comentarios:

MarianGardi dijo...

Querida amiga, la envidia al único que hace daño es al que la sostiene.
A veces decimos tengo envidia sana, no es correcto el termino, la envidia es un lastre, que deberíamos echar todos por la borda.
Cuand veo un matrimonio feliz después de 40 años juntos, con todos sus hijos reunidos, me desconsuelo.
Desconsolarse es distinto a sentir envidia. Cuando veo que las personas se superan y triunfan me alegro. Cuando veo a mis amigas guapas me encanta, no me gusta verlas mal cuidadas y desatendidas.
Es cierto que todos hemos sentido alguna vez esa angustia, aunque fuera para saber como es y se manifiesta.
Un abrazo querida y fiel amiga y compañera de letras

El Drac dijo...

Los transportistas de Lima-Perú usan una leyenda en el parachoque trasero de sus carros "Tu envidia es mi progreso". Creo que aquel que siente envidia es un ser enfermo porque quién puede mal gastar su tiempo envidiando a otro cuando hay tanto por hacer y vivir!!

Un gran abrazo

Nómada planetario dijo...

La envidia viene a ser como los mosquitos en verano, es difícil no toparse con ella en cualquier rincón.
Un abrazo tras una mañana de brocha gorda.