domingo, abril 26, 2009

REFLEXIONES AL DESPERTAR

A veces un acto de renuncia calma nuestras fugas, nuestras carencias, nuestros pecados...
Te cuesta interiorizar el hecho que vas a acometer, y el camino a su fin es un calvario de espinas, lleno de obstáculos, tentaciones para no renunciar.
Sin embargo tu ánimo te exige, de vez en cuando, que te olvides de ti mismo, que renuncies a ti mismo por tu bien.
Pero la debilidad nos devora; ya estamos hechos de otra pasta en la cual el ingrediente privativo no se añade en nuestra cocina íntima… Y nos convertimos en pescadores, ¿de qué, si por nuestras redes perdemos lo más valioso que somos nosotros mismos?
Personalmente he hecho una prueba, es más, en vez de huir de la seducción de lo que a mí misma me prohibía, iba a ella y, cuando estaba rodeada de suculentas alternativas para tentar mi debilidad, analizaba cada una de las propuestas y las iba descartando lentamente con retortijones en las tripas. Cada expolio, una túnica invisible caía al suelo haciéndome sentir un poco más limpia de polvo y paja… Al final llegué indemne a mi meta. Me he sentido bien, pero un halo de tristeza ha rodeado mi triunfo: he descubierto lo tacaños, pérfidos y despreciables que podemos llegar a ser cuando la búsqueda de la gloria fatua nos arrastra, cuando nuestro ego ciega cualquier salida digna a nuestra persona.
A veces somos ruines con nuestra conciencia, y olvidamos que ella y sólo ella es la base de nuestro equilibrio interior; si ella no descansa, tú tampoco.

10 comentarios:

aapayés dijo...

Excelente reflexión, la conciencia siempre esta con nosotros, y de nosotros depende como somos o queremos ser..

un gusto leerte siempre
que tengas un domingo formidable y una semana que comienza de la mejores.

un abrazo
saludos fraternos
un beso

PIZARR dijo...

Creo que el sentido de tus letras se me ha ido hoy por lugar distinto al que tu las llevabas.

Cada palabra no podía evitar pensar... EN UNA DIETA... y te imaginaba rodeada de suculentos platos y diciendote a ti misma que no podías probar de ellos. Al final salías vencedora de la prueba... jajajaj

Un abrazo

guillermo elt dijo...

Me has recordado un poema de Tagore, que no me lo sé entero, pero lo busco en el internete y te lo pego... ssssspera, que voy...

"He pagado mis deudas, he cortado mis ataduras, las puertas de mi casa están
abiertas, he olvidado mis amores: ¡soy libre, y me voy por el ancho mundo!
En cuclillas, agrupados en su rincón, los otros tejen la tela gris de sus vidas,
o cuentan su oro entre el polvo, o beben su triste vino, o cantan lánguidas
canciones: y me llaman para que regrese a su lado.
Pero yo he forjado mi espada y he vestido mi armadura, y mi caballo piafa de
impaciencia.
¡Soy libre, es la mañana y parto a conquistar mi reino."

Sí, repito... al leer tu post, me vino a la cabeza.

Besicos, niña... :)

Luis y Mª Jesús dijo...

¡Enhorabuena valiente!. Estamos inmersos en una sociedad que nos dice lo contrario: regálate, contémplate, no seas estúpido.
El halo de tristezxa es un engaño, no te fijes en él.

Besos
María Jesús

MarianGardi dijo...

Menuda reflexión, opino que es mejor comer el pastel que estar quemandose con la tentación.
¡Carpendien!
Fuerte abrazo

Buenos dias con Poesía dijo...

El ego, el dichoso ego. Vengo de un Congreso de Abogados y aquello era una feria de vanidades, yo incluido. De todas formas supe aislarme y disfrutar. Creo que te gustará mi entrada.

Buenos dias con Poesía dijo...

Por cierto, he cambiado la foto y he puesto una con mi niña María.

Anónimo dijo...

¡Hola Mª Ángeles!
Muchas gracias por tus felicitaciones hacia mi premio, es un honor recibirlas de parte de alguien como tú.
Sí, la vida es así, dura, traicionera,… Tus palabras me han hecho reflexionar, nunca mejor dicho.
Un abrazo.

Buenos dias con Poesía dijo...

Tú que debes tener buena mano en la cocina, dame una recetilla para un zumo afrodisiaco...

©Claudia Isabel dijo...

Una reflexión que nos deja pensando. Sin duda el equilibrio es fundamental para nuestra salud mental y física, por eso creo que después de los cuarenta años las mujeres empezamos a sentir que en muchos aspectos estamos equilibradas, por otro lado se nos presentan situaciones como la que tan bien describís y tenemos que ponerle orden a todo lo que atente con ese equilibrio y decidir. muchas de esas situaciones eran esperadas o deseadas, pero ahora no sabemos bien que hacer con ellas...bueno amiga, ahi es donde debemos apuntar!
Un abrazo