Diario de una novata II
31 de febrero, 2016
Me estoy pasando el fin de semana ojeando periódicos. El ruido
del papel me fascina, parece que tocas al periodista con las yemas de tus dedos
mientras pasas las hojas y estas te abanican la mente; sin duda el papel es
hechicero, posee magia, nada comparable con una fría pantalla. Luego me he
metido en los foros políticos para palpar la opinión de la calle. No me ha
gustado lo que he palpado, demasiado rencor y odio, una España dividida y, como
me ha dado mal fario, me he dicho “Muñeca, tú a lo tuyo” y, el sábado se me
ocurrió cambiar la foto de portada de Facebook. Pedí a mi Juanillo (Juan
Escarpelo) que en la foto de Sevilla pusiera el título de la novela “Sevilla…Gymnopédies”.
Como es tan bueno y complaciente, dejó unos instantes los fogones e hizo mi
encargo. Algunos pensaron que era la portada de la novela. No, la portada está
a buen recaudo hasta que el editor elija uno de los maravillosos trabajos
realizados por Juan. Como el título es tan extraño pensé que cuánto más se lea,
más familiar se hará. Gymnopédies me dijo mi prima Blanca que significaba
danza, danza de jóvenes bailarines en la antigua Grecia, aunque yo me puse a
investigar y a Satie por este significado se le acusó de algo que no me gusta y
no lo cuento, ¡Hala!
¿Por qué elegí esa mezcla de ciudad, Sevilla, y la sinfonía,
Gymnopédies? Adoro la música, siempre he pensado que era uno de los mejores
inventos del ser humano y, cuando me pongo a escribir y repaso e interiorizo lo
escrito, busco una música que me haga penetrar en la esencia de las letras
plasmadas. Casualidades de la vida, hicieron que Gymnopédies se colara en mi
pantalla; pinché el audio y me prendé de ella. Luego con esa música de fondo,
releí el primer capítulo de la novela, y tuve la sensación de que la
protagonista, Ana María, se encarnaba en Gymnopédies. Se sedujo la una a la
otra.
No contenta con eso, me di cuenta a lo largo de los meses,
según escribía los distintos capítulos, que cada uno requería una música en
concreto. Es decir, Ana María se va transformando. La esencia de Andalucía
comienza a correr por sus venas, además de las circunstancias que ella va
viviendo. No es lo mismo que a una persona le vaya todo viento en popa a que se
tuerza su camino y el dolor, el miedo, la soledad, el desarraigo, hundan al
personaje y le lleven al abismo. Así que comencé mi búsqueda y ¡Voilá!, cada
capítulo lleva el título de una canción, una sinfonía, una marcha procesional.
¿Original, chiflada? Estoy más sonada que las maracas del
difunto Machín, cierto. Pero quién permanece constantemente en la cordura,
pierde la perspectiva de los sueños y los sueños, aunque sueños son según Shakespeare,
son parte fundamental del hombre, el
motor de sus creaciones, su vida.
1 comentario:
Viendo como son los cuerdos mejor estar loco.
Besos.
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