Tengo la suerte, o
al menos lo pienso así, de que me gusta
recortar artículos de periódicos variados, tal vez porque un día tuve la suerte
de que las palabras escritas por un periodista o escribir ajeno a mi ideología
cayera delante de mis ojos, y tuviera en ese momento la suficiente
visualización o perspectiva para reconocer que sus palabras, sus pensamientos
opuestos a los míos, tenían su verdad, verdad que tuve la suerte de reconocer y
aprender de ella, aunque no fuera la mía. Y, a partir de ese día, sus
artículos, relatos, comparten tiempo como mis ratos de lectura. E insisto en
eso de la suerte porque uno de mis defectos más florecientes es la cabezonería
que me hace instalarme en mi nube ideológica y de pensamiento, convencida que
es una verdad universal, pero tuve la suerte, insisto, que cuando ciertos
escritores, articulistas y periodistas caen en mis manos, a mi pensamiento se
le abre una rendija por donde se cuelan vientos que no son los míos, pero que
ensanchan mis pulmones de otras frescuras, y que son capaces de que yo abandone
por un rato mi zulo ideológico para aprender, para reconocer que hay muchas
verdades pululando por estos mundos cada vez más caóticos… ¿A que tengo suerte?
2 comentarios:
No todo el mundo cuenta con esa suerte de mentalidad abierta.
En la mili tenía un capitán que era más facha que Franco, otro que era un demócrata convencido. Un día el facha entró en el despacho del demócrata y le dijo:
-Salud camarada, si todos los rojos fueran como tú; yo también sería rojo.
A lo que el otro respondió:
-Salud camarada, si todos los fachas fueran como tú; yo también sería facha.
Al final lo que importan son las personas.
Besos virtuales, porque ando de guerra con varios gigas de virus del resfriado.
La riqueza de conocimiento no es mala, no se riñe con la ideología personal... nos amplían las miras hacia la universalidad.
Besicosssssss
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