sábado, noviembre 17, 2012

LAS SUELAS DEL VIENTO



El tránsito de la sensación a la memoria es tan leve que mi convencimiento de que el adverbio  siempre ira cosida al recuerdo. Evocaciones tan densas como placenteras,  mis ojos vagan entre la niebla de París jugando a la adivinanza de dónde se hallará la cúspide de Montparnasse, las torres de Montmatre o la parte que falta a la Tour Eiffel.

El viento se ceba con las hojas de la place des Vosgues donde tú una vez quisiste ir, pero tu tiempo se acabó tan pronto que yo fui por ti abriendo las compuertas de las sensaciones para que te llegaran al cielo. Multitud de pajarillos huyendo de las suelas del viento se apretujaban en los soportales al abrigo de ese frío tan parisino.

No he visto el sol, ni siquiera la luna, todo era tan blanco que parecía un sueño de humo, y mis ojos aglutinando los bulevares de hormigón, las luces de navidad, el glamour de los escaparates, la mujer que, de francesa,  es tan femenina y elegante. El hombre de color con sus gafas de graduación para ver claro lo que París le ofrece, como su porte  orgulloso y seguro de sí mismo. Remolinos de turistas japoneses haciendo colas en las firmas  que, de su lujo, hoy son tan hirientes  ante la pobreza que se instala en este país nuestro.

He conversado con Van Gogh, Hoper y hasta el mismísimo Adolf Hohenstein y Renoir, Pisarro… Todos ellos han llenado mis ojos de belleza, y he vuelto a casa envuelta en papel de celofán a través del cual siento, huelo los mil perfumes de París, veo el impresionismo en la moda de aquel abrigo de Maxmara que una vez soñaste con él, paladeo pasteles de fresa en la rue Saint-Honoré, escucho… las suelas del viento para ti mi querida amiga.

2 comentarios:

guillermo elt dijo...

"Siempre", para mí, es una palabra muy importante a tener... siempre... presente en nuestros corazones, pero solo de cosas buenas.

Bello corazón que expresas con bellas palabras tus sentimientos vividos y que seguro que, siempre, llevarás contigo, como a tu amiga.

Besicossssss

La Dama Zahorí dijo...

Ya puedo decir que he estado en París sin salir de casa, gracias a tu fabulosa descripción. Un saludo.