En verano sin querer-tal vez queriendo porque a veces la inteligencia es más inteligente que el hombre en sí- desconectas la parabólica de la realidad cotidiana; esa realidad que se desmenuza día a día y que tanto aburre por no ser distinta de la anterior. Haces, pues, un punto y aparte y tu vida continúa como si en el mundo no sucediera nada relevante. Sí, escuchas ecos, nimierías, pero tú ni te inmutas. Sin embargo, este verano, como decía ayer, no es un verano típico, no sólo por el tiempo loco de nubes, vientos y claros, tampoco porque muchos en vez de ir a la playa se tengan que contentar con poner agua en el asfalto y soñar o, en el mejor de los casos, sus raíces estén ligadas al campo y un pueblo al que afiliar su descanso. No, los ciudadanos, además de tomarse una caña menos-en el mejor de los casos- están asustados, expectantes y, si es menester, salen a la calle a protestar, el único micrófono que les queda, de forma pacífica aunque haya los típicos “papahuevos” que revienten las manifestaciones y se tomen la justicia de su mano rompiendo mobiliario y alterando el orden público.
En el mundo onírico en el que vive mi mente últimamente se ha visto roto esta mañana-disculpadme, voy con retraso, la lentitud es mi pan de cada día- por un exabrupto muy español “QUE SE JODAN”… He salido de Babia como si el mismísimo Lucifer me estuviera dando escobazos; mis dedos se han puesto a teclear con el afán de recabar información sobre una tal Andrea Fabra-y tan feliz que corrían mis horas sin saber quien era dicha señora, ahora los minutos vuelan en mi teclado apresurándose para que la castaña de mi ordenador reaccione y me ayude a comunicarme con vosotros.
Soy votante del PP, bien lo sabéis más que nada porque más de una vez se me ha visto el plumero, pero eso no quita para que tenga orejas, ojos y un mínimo de entendimiento y comprenda que cuando algo está mal, está muy mal. Cuando se mete “la gamba”, se mete hasta el fondo.
Nuestros políticos, me da igual el partido que sea, se piensan que gobiernan un país sin ojos, sin orejas y sin entendimiento y, por lo tanto, hacen, dicen, deshacen a su antojo sin que caigan cadáveres a su paso. Bueno sí, el del ciudadano, pero eso a ellos les importa un carajo. Su silloncito está bien adosado al suelo, sus cimientos parece que soportarán cualquier tsunami… ¡Y un cuerno! Como decía un profesor en la TV “Se llevan el dinero crudo, no pasa nada y luego a pedir dineros y renuncias a los de siempre” Y para garabatear esta histriónica realidad aparece la señora Fabra diciéndonos “Que se jodan”… Según ella los del PSOE, a mí como que me suena mal, muy mal el joder, da igual a quién, en tiempos revueltos. Ahora yo, la mujer permanentemente en babia la dice “Jódase, señora Fabra y levante su culo puntiagudo de un escaño que no merece”
PD. Una cosita, compañeros: os leo pero no puedo comentaros, porque se me queda bloqueado el ordenador.
6 comentarios:
Salud, Mª Ángeles.
Sólo paso a saludarte (que viene de eso, de desearte "salud").
Ya intuía a quien votabas.
Como puedes imaginarte, a mí no me pilla de sorpresa lo que ha dicho esta señora. Yo pediría la dimisión también de todos los que ese día aplaudían -con una sonrisa de oreja a oreja- hasta que las palmas les echaban humo.
Madrid es un hervidero espontáneo de manifestaciones. Por desgracia, esto no ha hecho más que empezar. La gente ya no traga con eso de que "no hay dinero". Y si no échale una ojeada a este enlace:
http://rosamariaartal.com/2012/07/13/si-hay-dinero/
En fin. Como ves ya no estoy en el día a día de los blogs: tardo mucho en sacar una entrada nueva, etc.
Te recuerdo con cariño.
Un beso.
Codorníu
un comentario no lo tomes a mal, has un post con comentarios, y todos
felices
Las formas verbales de nuestro idioma, quizás sean las más explícitas del mundo. No dijo "jódanse", "a joderse toca", "se joden" ni "os jodéis" sino "que se jodan". Dudo mucho que se dirigiese a sus otros compinches del hemiciclo.
es que, qué bonito, lo último que nos faltaba por oír.
Un saludo para el blog.
Pues me parece muy bien tu observación sobre el caso. Yo he dejado de creer en ningún partido, a pesar de que era y me considero tendente a las llamadas izquierdas como debes saber por mis escritos. Ahora se trata de algo mucho más gordo, ya no es ni siquiera un cambio estructural sino de cultura y valores social, según mi apreciación personal. El político actual ha dejado las ideologías y su contrato social y anda sometiéndose al mercado y sus intereses, que comparte, dejando a un lado a la ciudadanía. Cuando un político me dice que hay que ganarse la confianza del mercado está diciendo que manda el mercado, si bien debería legislar para que ese mercado sirviera al interés común y no de los especuladores financieros que no son productivos y sino especulativos.
Hace que no te dejo un comentario y tal vez me haya pasado, espero tu benevolencia.
Beosss
Su silloncito está bien adosado al suelo, sus cimientos parece que soportarán cualquier tsunami…
Así están muchos/as, en su silloncito, bien anclado a los cimientos de sus casas, de sus matrimonios, y no hay un puñetero tsunami que los/as mueva. Han decidido perpetuarse en esa situación y no les mueve ni el Dios en el que tanto creen y confian. La vida, querida Belinda, es una puta farsa. ¡Y ni siquiera lo intuís!. Quizás algún día yo también escriba mi propio BLOG.
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