No siempre el cielo es azul, ni tampoco las calles
son jardines donde respirar aire puro. Ni siquiera el fuego de una hoguera
calienta ni enciende pasiones. Nada es lo que parece aunque lo sea, ni la
decepción es la causa visible del desengaño.
La desilusión, el chasco, es nuestro pan de cada
día, el cáliz del que bebemos asiduamente como el limón es el símbolo del dolor
y la amargura, y las uvas representan la lujuria y el melocotón, la virtud y el
honor, así como la fresa es la armonía y el alma del hombre, y la naranja
simboliza la fecundidad.
La vida es un doble cristal, la ves y no la ves,
pero la sientes aunque el sufrimiento
haya hecho callo en tu epidermis y creas que el agua no te moja. Sentir es
inevitable aunque la ceguera te lo impida porque el alma, o aquello que llaman
corazón, posee vida propia fuera de nuestro cuerpo. Es libre, vuela raso, vuela
alto, pero siempre vuela.
Igual pasa con el colorido de una flor pues la
rojas son pasión y respeto, las blancas, pureza. Azul es la amistad y la
armonía y, el amarillo, el odio, los celos, la envidia pero también el placer y
la risa.
¿Con cuál de todo nos quedamos para hacer nuestro
bodegón personal? Dicen que los bodegones son naturalezas muertas, seres
inanimados, pero para mí es la bodega de donde me abastezco de alimento para el
alma, el corazón o el intelecto porque fuera de lo que asfixia y oprime, hay un
mundo de alegría espontánea incluso de belleza voluptuosa e imprevisible, pero
para sentirla y disfrutar de ella hay que prestar atención para que nuestros
sentidos la capten.
¿A qué huele la felicidad? Me pregunto mientras
bajo del tren en busca de esas raíces que han crecido dentro de mí; sin darme
cuenta ya estoy respirando esa paz, esa bulla clandestina, el aroma de mil
matices que hacen ser lo que soy aunque nada de eso se vea…, se siente
simplemente.
PD Bodegón de la pintora flamenca Clara Peeters
2 comentarios:
Eres bella por fuera y dentro.Me encantas como escribes
Un bodegon se hace con un poco de todo; felicidad, tristeza, paz...
Cada cosa pone su color y al final es una parte de nuestra vida lo que ha quedado en el lienzo.
Un abrazo
Publicar un comentario