jueves, agosto 31, 2017

MI ARBOLILLO

Mi arbolillo se despluma cayendo sus sueños en el agua de la fuente. Parecen mariposas rosas flotando en un océano limitado.

Ayer hubo tormenta y su cuerpecillo, de tronco alargado y anoréxico, se cimbreó revelándose contra la madre naturaleza. Le miraba tras los cristales ahumados de basura y sabía que, aunque esquelético su fortaleza está bajo la tierra a pesar de sus escasas ramas; él es fiel a mis ojos.

Pero este año, de soles hechiceros abrasando con su canícula las flores de mi jardín, ha querido florecer antes de la llegada del otoño.

Hace dos semanas despertó rosa, creí que la imaginación jugaba con mis ojos, pero no. Abrí la puerta, bajé las escaleras y allí estaba mi arbolillo famélico y escuálido con su cabecilla coronada de requiebros tan rosas como sonrosados sus sueños de verano.

Acaricié su tronco sintiendo la ternura entre mis dedos porque nadie se fija en él, hasta el jardinero quiso cortar su larga y estrecha vida en un jardín de árboles pomposos, de cipreses acunando sus techos en el cielo y fogosas madreselvas.


 Mi pobre arbolillo se libró por los pelos, y ahí sigue en el medio de la Lola para que nadie le mire, solo yo y el perro que mea sus bajos fondos. Me da igual, yo veo su belleza clandestina, el valor de su coraje para sobrevivir en una tierra adversa, y cada año regalarme un manojo de florecillas tan escuchimizadas como él mismo, tan inocentes y sencillas que chirrían en un mundo sin escrúpulos.

6 comentarios:

Mercedes E.M. dijo...

Es tu pluma la que palabra a palabra llena la copa de ese árbol. Gracias por la foto, mi niña.

Marigem dijo...

Ayyyy es que esos arbolillos en los que nadie repara suelen ser los mejores y sus flores las más hermosas. Bueno, y el pis del perro algo ayuda, jejeje.
Besos y como siempre un texto precioso.

Antonia dijo...

La belleza no tiene color ni tamaño. Tus ojos la ven en cualquier detalle que para otros pasa desapercibido. Eres afortunada.
El relato precioso, como siempre.
Abrazos

Macondo dijo...

Yo también me fijé hace años en un árbol poco llamativo y le escribí un cuento: http://bitacorademacondo.blogspot.com.es/2012/04/el-alamo-negro-cuento.html

Macondo dijo...

Yo también me fijé hace años en un árbol poco llamativo y le escribí un cuento: El Álamo Negro

Xabo Martínez dijo...

Tuve un árbolillo, una acacia que parecía sobrevivir año con año. De repente se iba a un lado y le ponía bastones para enderezarlo después de alguna tormenta, pero cada vez le fue mas difícil sobrevivir a los veranos tan calientes como se dan aquí, hasta que el año pasado ya no dio mas, el calor termino de secarlo. Espero que la heroicidad del tuyo siga floreciendo.

Un saludo grande grande...