martes, junio 21, 2016

HISTORIAS DE UN AUTOBUS: DAMIAN

Hoy, una luz convertida en ceniza se cuela entre los andamios de hormigón, un Madrid en sepia envuelto en una niebla  que, lejos de ser fría, es una tierna espuma blanca. Me subo al autobús y el gentío me zarandea de un lugar a otro hasta que arranca el bus, y mi cuerpo se queda aprisionado entre otros cuerpos; cierro los ojos, esas masas me asfixian y trato de evadirme…
Unas voces alegres y glotonas se aposentan a mi lado. Unas ríen y otra  dirige la orquesta.  Es la voz de Damián que cuenta a sus contertulios improvisados que tiene en el cajón varias medallas: oro, plata, con diamantes, guardadas a  buen recaudo por si las necesita vender. Los tiempos aprietan en los zapatos de este jubilado y, quién sabe, si esos pequeños tesoros algún día le sacaran de un apuro. La orquesta ríe ante la ocurrencia atinada de Damián y éste continúa su alocución animado, satisfecho de quien ha tenido a bien valorar y premiar su fidelidad. Y es que este anciano, cuyo rostro no atino a ver por ser el bus más bien una lata de sardinas, es nada más y nada menos que el socio número sesenta y seis de su club favorito. Claro que reconoce que este año no ganarán la liga, ¿y qué?  Tantos trofeos atesora su club que por un año que no esté en la cúspide no pasa nada porque  Damián sentencia “El Real Madrid es el mejor club de la historia pese a quien pese “Los tertulianos, después de vaporizarnos con sus risas,  aciertan a darle la razón.
 El bus pega un buen frenazo, pero nadie se mueve, es imposible. De pronto, como si el vehículo necesitara aire para poder seguir su cauce, abre sus compuertas y algunos salen disparados, entre ellos Damián. Ahora le veo el rostro pues él se da la vuelta para despedirse de sus compañeros de viaje. Una boina calada hasta las cejas  para que el frío no entre en su sesera. Unos ojos de conejillo  avispados, y una enorme sonrisa despide a  esos contertulios accidentales porque, el bus, es lo que tiene, si abres tus compuertas personales, no sólo encontrarás incomodidades en días de rebajas, también hallaras conversaciones amables, palabras que estimulan en horas en que el gris es el rey, y no es precisamente la niebla glotona, sino el ánimo de los españoles. Respiro profundamente y he llegado a mi parada… ¡Hasta otra, amigos! 

1 comentario:

Macondo dijo...

El fútbol da mucho juego en las conversaciones, sobre todo masculinas.