Según mi marido orgullo patrio
es el bien que quieres para tu país; un bien meditado con raciocinio y buena
información. Según yo es amor a tu patria sin medida, sin pensar en consecuencias,
te dejas llevar por el corazón, simplemente piensas que a tu país no le pisa
nadie y que en él solo mandan quien allí viven. Creo que ambos tenemos razón,
pero ayer en Grecia ganó mi orgullo patrio. Es más, si yo hubiera estado en el
lugar de los griegos es más que probable que hubiera votado no. Así tengo mi
corazón gastado de tanto uso mientras que la cabeza late con las neuronas
intactas. Una vez dicho esto, me siento dolida con Grecia como ciudadana de la
UE porque Grecia entró maquillada con un lifting que ni el de la Presley, y a
los dos años aproximadamente se vio que toda ella era artificial. España debía
y debe, pero se puso a hacer los deberes con el sacrificio de todos, pagando el
pato muchísimas familias que se quedaron sin nada, ni trabajo, ni casa ni ná,
pero España hizo lo que le pedían sus socios. Imaginaros que no lo hubiéramos
hecho o que no lo hubiera hecho Portugal e Italia… Si somos de una asociación,
para entendernos, hay que cumplir unas normas, si no estás de acuerdo, te vas.
Y yo, en mi inmensa ignorancia, lo asumo, pido que no se ceda ante Grecia
porque si se cede, tal vez pasado mañana, sea Italia o España quienes se
nieguen a seguir las directrices marcadas.
Hoy todo son suposiciones,
nadie sabe qué pasará, ni siquiera los que saben, y todos los escenarios
posibles, como nuevos que son, producen incertidumbre, miedo; es un riesgo que
hay que asumir.
A mí, todo este galimatías
griego me ha recordado (insisto en mi ignorancia, pero creo que hablo como
muchos españoles que perciben imágenes, palabras, sensaciones… y no atinan a
dar credibilidad ni tan siquiera les surge un pensamiento coherente) a la
palabra democracia. Si se vota, nosotros votamos y salga el resultado que sea
de dicha votación, hay que respetarlo, aunque tú hayas votado contrario a lo que
sale. Lo que ya no me gusta es que si yo acato algo porque es lo que la mayoría
ha querido, que luego venga esa mayoría y pisotee a los que piensan distinto a ellos. La democracia
está basada en el respeto, en la pluralidad y en ella caben todos. ¿Por qué
digo todo esto? Porque el panorama político español que se abrió a partir del
24 de mayo es muy peligroso. Salió la pluralidad pues adelante con ella y a
acatarla, pero mis dudas se acrecientan cada día más. Los extremos son
peligrosos siempre, el revanchismo y el rencor, más. Y sinceramente no sé cómo
va a funcionar esta nueva democracia en España, podemos volver a caer en una
dictadura, esta vez de extrema izquierda, todo sea por mandar y aplastar, ¿a la
democracia?
Hoy os he mezclado churras con
merinas, cierto. Pero muchos españoles en los últimos días vamos de “Oca en oca
y tiro porque me toca” Y vuelvo a referirme a lo que os dije hace unas semanas
con las palabras de Juan Goytisolo,
último premio Miguel de Cervantes. Los que escribimos (mal, bien o regular) debemos
tener un compromiso con la realidad y aprovechar nuestras letras tartamudas
para poner palabras a las injusticias, al miedo, a la incertidumbre. Decir, en
definitiva lo que muchos no se atreven a decir o no saben cómo decirlo.
¡Buena semana, amigos!
1 comentario:
Preysler Isabel
Preley Elvis.
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