Con que uno hable,
basta; es lo que yo llamo ahorro de costes. Mi Pepe lo borda. Es más, estoy
convencida que las campañas de las grandes superficies copiaron a mi Pepe con
el 3x1. Pepe habla, reflexione y se contesta. ¡Es genial! Así la familia salimos
liberados de discutir con él. ¿A qué es genial?
Pues bien, ayer
encontré a un homólogo de mi Pepe en la radio. Os cuento…
Estaba yo en la
fase del plumero cuando el tedio embargó las pocas ganas que me quedaban;
encima mi plumero lo compré en un chino, barato, barato, y ha ido perdiendo
plumas por doquier con lo cual que he de hacer doble esfuerzo y eso me cansa,
me aburre, me cabrea. Entonces para seguir con el asunto del plumero chino,
decidí encender la radio. Como mi madre que tiene vida propia, su radio igual
que la dueña. Enciendes y unas veces escuchas la Ser, otras rezas el Ángelus
con radio María, algunas veces compartes tertulia con Onda 0; en fin, variedad.
Ahora, os advierto que todos son iguales, te cuentan las mismas desgracias, te
nombran a los mismos chorizos y te mientan a los sinvergüenzas de siempre;
vamos, el orden de los factores no altera el producto. Pero hoy, la radio de mi
madre estaba por sorprenderme y lo ha conseguidos.
Enciendo y me
quedo mirando la radio, con el plumero en la mano para que él se enterara
también, y aparece un fulano que pone en
décimas de segundo a caer de un burro a todo el mundo; que no quedó ileso
nadie. Automáticamente me pregunté en qué bando estaría afiliado semejante
energúmeno. Todos sabemos que los medios de comunicación tienen sus tendencias
y pasan el plumero en su casa, como yo. Pero el fulano que hablaba
sobrexcitado, se atragantaba y seguía hablando a velocidad de Fernando Alonso
no dejaba títere con cabeza. Miré al plumero buscando respuesta, pero le vi tan
calvo de plumas que esperé a ver que más decía el triturador de las ondas.
Y de repente, en
esto que estaba pasando por el barrizal a Rajoy, cuando se acuerda que una vez
estuvo con Sarita Montiel y que eso era un cuerpo; me quedó la duda de qué
cuerpo hablaba, si el de Rajoy, me extraña porque Mariano no excita ni a mi
plumero que se ponga a trabajar, o el de Saritísima. A todo esto, la fiera
radiofónica, tertulianos tenía, pero como si no los tuviera; no les dejaba
meter baza…. Igualito que mi Pepe, calcado. No sé para que les tuviera allí, si
como elemento decorativo, o por eso de justificar que da trabajo como Mariano;
no sé.
Pero el encanto
del hombre parlante es que hablaba de todo. De todo sabía, de todo opinaba.
Mezclaba churras con merinas con facilidad pasmosa… Igual que mi Pepe… ¿No
sería él con voz distorsionada? El caso es que era muy divertido y entretenido,
hasta mi plumero se volteó hacia la radio. A este fenómeno de la radio los de
Tele5 no le han descubierto, si no, le meten en la casa del Gran hermano Vip;
anda que no iba a dar caña a la Esteban, bueno, a todos, ponía la casa patas
arriba en un pis Pas.
¡Lástima! Se terminó
el programa cuando dice la máquina parlante “Federico Jiménez de los Santos,
les espera mañana” y yo me dije ¡Coño, Puri, cada vez caes más bajo!
¡Buenas tardes, amigos!
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