miércoles, junio 02, 2010

TERNURA

Nadie niega la ternura. Da igual el traje que vista, ella es una necesidad que recorre como un gusanillo por nuestras arterias. Tal vez porque no somos capaces de manifestarla, o porque el tiempo nos la borró. O porque la vida nos la negó, o quizá la vergüenza nos la empañe. El caso es que cuando la ves venir algo en ti se desnuda y una cierta fe o esperanza nos protege con sus alas para que algo aún ablande el corazón

...Nunca he escuchado una voz más emocionada al traducir sus sentimientos que un agosto al descolgar el teléfono y oír “Ha nacido mi hijo. Me han llamado. La muchacha no quiere al bebe. Nos le da, fíjate...” La voz de mi amiga hoy resuena en mis oídos al leer la historia de Agapito abandonado ochenta y dos años atrás en la puerta de un hospital... Historias como éstas deshacen los hielos en los que inverna la ternura y la despierta para que humanamente volvamos a bañarnos de una cierta sensibilidad sentida y positiva.

7 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Al menos no los mataron.
Los dieron en adopción o los dejaron en la puerta de un hospital.
Puede haber algo más tierno que un bebé?

Besos.

guillermo elt dijo...

La historia de Agapito es una de las "grandes" historias incacabadas del ser humano, donde la dureza o debilidad de unos, da lugar a la ternura de otros. Todo ello con el mismo nexo de unión.

Besicos.

MarianGardi dijo...

La persona que rechaza a su hijo, quiero pensar que es porque no pueden mantenerlo de solteras a veces no tienen otra salida.
Pobres mujeres, me pongo en su lugar y se me rompe el corazón, nueve meses gestando, sintiendo bombear sangre de tu sangre y tener que abandonarlo en la puerta de un Hospital.
Mi ternura y compasión se dirige a esa imagen de madre desesperada.
Un abrazo, has hecho que mi ternura se emocione

Juan Antonio ( Amaneceres mios) dijo...

Desgraciadamente no siempre abandonan a los hijos por que no puedan mantenerlos ,sino por que simplemente no los quieren.De hecho conozco a una que ha abandonado a cinco de diferentes padres,y creedme de este tema entiendo un rato.por desgracia el concepto de madre o padre no es igual para todos

Anónimo dijo...

La ternura. Yo he visto mucha gente desplegar ternura con los de dentro, y ser un canalla con los demás. También lo he visto al revés: tratar mal a los de casa, y ser un cielo para con los ajenos.

Lo difícil es vivir la vida desde la actitud de la compasión para con todos. Eso, el que transite el camino, lleva una luz en la palma de la mano.

A mí me queda mucho. Lo reconozco.

Un beso grande, prenda.
(Necesitamos entradas como las que tú haces)

Buenos dias con Poesía dijo...

Acabo de acostar a mi chiquitilla y le he leído un cuento que le he sacado de la biblioteca. Era de tres bandidos que un día robaron una diligencia y se llevaron a una niña huérfana. Al día siguiente cuando la niña se despertó les preguntó que para qué querían el dinero y entonces los bandidos decidieron emplearlo en recoger a niños huerfanos y compraron un castillo para ellos. Es un cuento simplón pero me ha hecho gracia que coincidiera con tu entrada de hoy. Besazos.

Juan Julio de Abajo dijo...

Uno de los días más felices de mi vida, fue el día en que nació mi hijo. ¿Debo decir más?

Abrazos cálidos en noche de color azul.


JULIO.