Los ángeles dijeron al cielo ¡Basta ya de ruidos, cállate! y eso al cielo no le gustó con lo cual empezó a llorar con rabia, tanta, que pegaba su llanto furioso e impotente contra las ventanas para llamarnos la atención… Al final, como un niño fue languideciendo y su llanto se tornó en un suave gimoteo.
Pero aún al amanecer volvió a despertar su rabia y gritó, pero ya nadie le escuchaba. Calló agazapado escuchando el murmullo del silencio hasta que se quedó adormecido lloviendo café para los que acababan de despertar.
6 comentarios:
Me hubiera gustado verlo.
Una tormenta magnífica.
Besos.
Y se cumplió el sueño de Juan Luis Guerra.
El cielo también grita de vez en cuando, protesta dando voces,pero nadie le escucha.
besossss
Que bien escrito MªAngeles, he vivido la tormenta como si la hubiese visto con mis propios ojos.
El final, delicioso...con olor a café.
Besos
Bueno... después de leer este texto tuyo, sentía bajo las piernas un trampolín para salir a la calle y disfrutar de la mañana fresquita. Y eso hice.
Ahora, ya de vuelta, me tomo mi segundo cafelito con unas porras que he comprado.
Besitos.
Una tarde verano hace muchos años me cogió una buena tormenta eléctrica entre Bustarviejo y la Cabrera, cuando bajaba en bici, aquello parecía el apocalipsis.
Menos mal que todo quedó en un susto y un remojón.
Besos de domingo metido a señora de la limpieza total.
Publicar un comentario