miércoles, junio 30, 2010

EL CHICO DE LA MOTO

Érase una vez un muchacho de unos veinticinco años, maleducado y cuyo gesto admitía pocas bromas; es más, nunca le vi sonreír.

Hace un mes vi de lejos alguien en una silla de ruedas. Daba vueltas a las ruedas con gran esfuerzo, pero con determinación. Cuando lo tuve cerca cuál fue mi triste sorpresa que era el muchacho grosero, sin embargo, según pasó junto a mí me dio los buenos días. Nada dije, estaba impactada, pero al rato lo volví a encontrar y le pregunté:

-Me derrapó la moto y fui a dar contra “el quitamiedos” de la carretera. Me salvé de milagro-esta última frase me la dijo con una luz en la mirada henchida de alegría.

Ayer volví a encontrármelo. Se acercó feliz con una enorme sonrisa; iba todo él encorsetado caminando muy despacio, pero con voluntad y decisión.“¿Has visto?” Me dijo mientras me acompañaba hasta el portal y trataba de abrirme la puerta.

Ya no es aquel chico que parecía perdonarte la vida al pasar por tu lado; la moto había modificado su actitud ante el mismo, ante los demás.

8 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Lástima que tuviera que pasar por eso para volverse educado.

Besos.

Juan Antonio ( Amaneceres mios) dijo...

Quizas hasta merecio la pena.la vida es asi.besitos mi niña.

Maria Coca dijo...

Es curioso cómo la vida nos enseña, en este caso, de una forma tan dramática...

Besos amiga.

Luis y Mª Jesús dijo...

Dios quiera que no le queden secuelas irreparables. A veces aprender deja unas heridas tremendas.
Este tema me preocupa porque uno de mis hijos está pensando en comprar una moto para desplazarse por Madir y la idea me horroriza.
Un besazo

Nómada planetario dijo...

Algún caso real he conocido, incluso de gente que no pudieron contarlo, entre los quitamiedos y el personal que entra al límite en carreteras poco recomendables para tumbarse, pocos accidentes ocurren para lo que se tienta a la suerte. No somos J. Lorenzo ni una comarcal bien asfaltada es un circuito.
Besos desde la curva las olas.

MarianGardi dijo...

Aprendio la leccion.
Besossss preciosa

Maripaz dijo...

Pues por lo menos le ha servido para aprender en la vida. Espero que las secuelas no sean muy duras.Acabo de poner una entrada en mi blog, hablando de las motos.
A veces, tenemos telepatia...jajajaja.

Un beso

matrioska_verde dijo...

supongo que a veces hay que llegar al límite para ver el horizonte con total claridad.

biquiños,