domingo, mayo 30, 2010

CARMEN

Hace años, cuando llegué a vivir a mi casa no conocía a nadie en la urbanización. Me pasaba las tardes leyendo en la piscina y mirando con envidia los grupos de gente charlando, jugando a las cartas… hasta que un día alguien me saludó. Levanté la cabeza extrañada y la persona que lo hizo no me dio tregua. “Me llamo Carmen” me dijo y yo me presenté tímidamente. Me doblaba la edad, dicharachera, alegre y pocas mujeres he conocido que emanaran tanta feminidad, tanta bondad y una mirada tan limpia; nos hicimos amigas. Un otoño me dijo que subiera a su casa, iba a cerrar la terraza y deseaba dar su planta mágica a alguien que la quisiera cuidar; me hizo gracia el apelativo que dio a la planta. Apenas unas raíces y cuatro hojas me bajé y las puso con esmero en una esquina de mi terraza al abrigo del tiempo que se avecinaba. Carmen ese invierno murió.

…Ha pasado el tiempo y hoy, a la caída del sol, he salido a ver mi diminuto jardín y allí estaba Carmen trepando por los hilos. Parece un geranio exótico y singular, sí recuerdo que me contó que sólo se daba en el sur. Está llena de botones y algunos comienzan a despegar un rosa amoratado; es curioso, Carmen casi siempre iba vestida de ese color.

16 comentarios:

Antonio dijo...

Bonita historia. Yo tengo en mi casa del pueblo cantidad de plantas y flores que dejó plantadas mi suegra. Ya hace 17 años que murió y todavía me acuerdo de ella cuando las riego. Parece como si las protegiera ella. No se han secado a pesar de que no vivimos allí.
Un beso

TORO SALVAJE dijo...

Me has emocionado.
Que descanse en paz Carmen.
Que bonito lo que has escrito.

Besos.

ALBINO dijo...

Yo tampoco conozco a casi nadie de mi urbanizacion. Solamente a los que coinciden en la piscina, generalmente mamás con niños y a ultima hora los padres.
Soy el decano, el único jubilado, pues en mi urbanizacion casi todos son matrimonios jovenes que trabajan los dos. Como dice uno de ellos, "uno para pagar la hipoteca y el otro para los gastos de la casa".
Por cierto, en cinco años llevamos ya tres divorcios.¡Que poco aguanta la gente joven! Al primer discurso ya tiran por la tremenda, y yo que voy a hacer las bodas de oro
¡La vida!
Un beso

gaia56 dijo...

Bello homenaje. Hay personas irrepetibles que es preciso dejarles para siempre el hueco en el corazón cuando desaparecen.
Un beso.

Anónimo dijo...

Hum... tu texto es la prueba de que seguimos teniendo corazón. Eso me llena de esperanza. Tal vez logremos sacar adelante todo este embrollo.

Un beso.

Juan Julio de Abajo dijo...

Los monjes tibetanos tienen la creencia de que, cuando una persona querida muere, se reencarna en flor, en pequeño animal, en árbol o en otras especies animales o vegetales. Esa forma de pensar les aleja del miedo a la muerte. ¿Quién sabe?... Todo lo que nos rodea es tan enigmático...

Con cariño,

JULIO.

Leo dijo...

Sigues plagada de bonitas historias, como antaño.
Un placer venir por tu blog, de nuevo.

Nómada planetario dijo...

Hay plantas que encierran algo más que la anécdota de su compra en un mercadillo.
En el patio tengo una pilistra como llaman en términos coloquiales a la aspidistra que es tan vieja como yo.
El martes tenemos nuestro telediario en plató, el churro está asegurado.
Besos entre escaleta, pasos y VTR.

guillermo elt dijo...

Un precioso recuerdo.

Besicos.

Buenos dias con Poesía dijo...

Yo también tengo una planta que le puse el nombre de un amigo pero como no era de interior se estaba perdiendo por lo que la he dejado en un patio público y cualquier día dejará de estar. Cualquier cosa antes que cargarme a mi amigo!!!

Unknown dijo...

Bello nombre que además eras de alguien que amabas... como las flores, como tus historias, lindas, giras...

Besos de Carmenes

bixen dijo...

He tenido, en el Norte, "ese" geranio: traído del Sur. No era rosa, sino rojo... carmín, rally o putón. Flores en globo (no umbela), pero sólo 1 ó 2 ramilletes triunfantes al año. La planta va a menos año tras año, aunque algún año sorprende. Aguante árido y rebrote ramal fornido, del ya escuálido tallo, con hojas carnosas. De difícil esqueje por su vigorosidad y pronta afección fúngica.

P.D.: La Naturaleza distingue quién reconoce la belleza; no sé por qué las mujeres necesitan oírlo: Preciosa! Con todo respeto.

bixen dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Luis y Mª Jesús dijo...

Me ha recorrido un escalofrío. ¡ Qué bonito! Carmen es preciosa.
Un besazo

Maria Coca dijo...

Un regalo maravilloso de alguien especial. Y un relato que me ha estremecido...

Precioso, Mariángeles. Uff!!!!

Maripaz dijo...

De alguna manera Carmen está vive en las raices de esa planta.

Entrañable relato como siempre.

Un beso