Las sensaciones son constantes vitales que laten al tic-tac del bombeo de tu corazón. Estrellas errantes encendiendo los sentidos que guían las emociones…
El tren, hechicero de fortunas y pasajeros anónimos.
Estaciones lluviosas de forja y metal. Silenciosas testigos de encuentros y despedidas. Elegantes y melancólicas esperando, esperando hasta el fin.
… Siempre tengo la misma sensación, el mismo aroma a recuerdos húmedos, de flashes iluminando trozos de paisaje, agitando las emociones con vaivén del tren mientras avanza a tu destino provisional…
Las vías, espejos de zinc, insinuantes caminos de hados y peregrinos.
Catenarias sosteniendo el faro guía de un destino, alimentando las percepciones.
Y es que una estación, un tren, posee un alo mágico y nostálgico a través de sus andenes, de sus ventanales. La lluvia se desliza en lágrimas transparentes pegadas a un adiós, y también abrazos de esperanza.
Siempre, siempre soltando lastres, dejando atrás y avanzado por el carril de un destino.
Afuera, el páramo dorado es ahora el desplome del cielo buscando refugio en la tierra. El tren avanza, y la niebla envuelve las fotografías rápidas que se adhieren a mis ojos.
Mientras, la tarde se derrumba sobre los campos. Enormes océanos en colores dormidos, melancolía infinita…, y mi tren, en el rumbo fijo hacia el silencio más absoluto.
8 comentarios:
Que buena metáfora.
Me gustó.
Besos.
Siempre se dijo que partir era morir un poco. Las estaciones son apeaderos en donde unos bajan y otros suben, cada uno con su historia en la mochila de los recuerdos o las esperanzas... Nos despedimos de lo que más queremos o de quien más ternuras ha desparramado sobre uno en tiempo de ojos húmedos. Y es que, a través de las ventanillas, dejamos un trocito de corazón. Queda la añoranza, la murria, la languidez... Pero un pensamiento ha de permanecer en la mente: "¡VOLVERÉ!"
Bienvenida, chavala.
JULIO.
www.fancyediciones.es
juan@fancyediciones.es
¡Estupendo!
Eres la escritora de los trenes y de las estaciones de tren. Les sacas partido como nadie.
Un gran abrazo
En la estación de tren te conocí. Tu no me viste pero yo te identifiqué y ahora te imaginó allí, consumiendo un cigarrillo mientras pensabas en el inevitable diágnóstico que ya conocías.
Un beso
Yo me muevo mucho en el tren y aun los modernos conservan ese aire romantico de los viajes antiguos .Y hablando de trenes cojete uno y vente a Sevilla que el azahar y el incienso te estan esperando.Hombre y algun pavia de bacalao que otro...
besos
Lo mío también son los trenes y las estaciones. Espera a que salgan algunas florecillas junto a los raíles.
Un beso, amiga.
Me recordaste mis viajes de niño en el tren. Cartagema-Alcazar de San Juan-Sevilla-Huelva... Algún que otro viaje me endosaban a la guardia civil o a la custodia de algunas monjas... Qué tiempos... ah, el tren de Sevilla a Huelva tenía los asientos de madera y eran de listones... Sí, la tira de años.
Besicos
Como dice Toro: una metáfora maravillosa. La poesía sale de tu corazón como tus latidos...
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