martes, marzo 18, 2008

SECUENCIAS ANUALES


Si me buscas, es muy probable que no me encuentres a nos ser en una fecha señalada; ahí estoy… siempre.
El eslogan turronero “Vuelve a casa por navidad” conmigo no va; yo vuelvo siempre… en Semana Santa.
Hay quien huye del incienso y el capirote al llegar estas fechas; yo voy siempre… a su encuentro.
Si el Papa analizara mi fe, seguramente me excomulgaría; mi religión es personal e intransferible y sin una razón consistente y lógica. Sin embargo, ahí estoy siempre… en sus lindes, enfadada con Dios muchas veces, otras, pidiendo perdón, según esté mi patio interno.
Pero al llegar la Semana Santa necesito del tambor y la trompeta, no sé si para despertar mis creencias o qué, pero necesito sentir el pie desnudo sobre el asfalto helado, la cruz sobre mis espaldas y un recogimiento inusitado que no está reñido con la famosa expresión Sevillana de “la bulla”.
Mi ciudad, Valladolid, renace de su crepúsculo invernal para poner lo mejor de sí misma. Con los años ha ganado. No ha dejado de ser ella misma: sobria, serena. Sin embargo los aires andaluces han calado en ella para darle mayor esplendor. Hay días, que las vírgenes de Gregorio Hernández salen bailando a pesar de su peso sobre los hombros de los cofrades. Los cristos pasean en la noche cerrada por calles recoletas y empedradas y, sí, mi ciudad no huele a azahar, pero está envuelta en aroma de incienso. Sus gentes visten sus mejores galas y pasean la jarana con un fervor que hace hito en los turistas.
En las calles nos mezclamos todos, no se distingue quién es el que cree, quién está de paso, el agnóstico o el que se deja caer por entretenimiento. Allí estamos viviendo secuencias anuales, imborrables para quienes las hemos mamado, emotivas para aquellos que pasan buscando el arte hecho escultura en la calle… Siempre estaremos ahí.
¡Hasta el domingo, amigos!

9 comentarios:

Carlota dijo...

Siendo pequeñita pasé una Semana Santa en tu tierra, y recuerdo que me impresionó gratamente. Pásalo bien, guapa. Un abrazo.

Reina Letizia dijo...

Yo de casa marcho por Navidad, en Semana Santa, en verano, ... Quisiera quedarme y vacacionar menos, pero Peñafiel pondría el grito en el Universo.

Besos de Princesa

CHISPITA dijo...

Prrrrmm pommm pommm... un beso para mi monaguillo preferido. Diviértete y no reces mucho.
Me voy a hacer torrijas, aunque aquí no se estilan (ay estos catalanes...).

Maria Coca dijo...

Disfruta de tu tierra, Mari Ángeles. Sin duda me encantaría conocer la Semana Santa de Valladolid. Debe ser solemne y rigurosa... Algún día me gustaría ver con mis propios ojos lo que con tanto sabor has descrito.

Besosss

Fernando García Pañeda dijo...

Estuve en Semana Santa en Valladolid hace ya bastante tiempo... y vaya si mereció la pena.
Felices días.

WILHEMINA QUEEN dijo...

Cada uno con su ritmo interno y sus creencias, verdad?
un besote y que tengas una hermosa Semana Santa!

verónica

Nómada planetario dijo...

Pues a disfrutar de lo que te gusta, aunque no lo comparta, tal vez porque no lo entienda, pero la fe supongo que es cosa muy individual y por tanto multifacética.
Quizá sea un principio de agorafobia lo que expulsa de los centros urbanos y sus nazarenos.
Saludos desde otra tierra llena de semana santa y gente que le gusta.

ana dijo...

La procesión va por dentro,
o no?
Bromas aparte, que lo disfrutes mucho niña, que luego hay que seguir en la brecha como hasta otro puente o el verano.
un beso,
ana.

Anónimo dijo...
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