martes, diciembre 04, 2007

SIN TÍTULO

Hoy hablamos de rabia y confusión. Impotencia sería una palabra cercana a la exactitud de lo que nos corroe dentro. Quiero dar la espalda al odio y, sin embargo, me reta a seguirle. El sol está ahí arriba templando el ánimo apagado y la sangre caliente haciéndose escarcha. Volvemos a donde estábamos, las pistolas nos regresan a recoger los casquillos incrustados en dos cerebros.
Por la espalda, sin derecho a réplica y a huir, huir hacia el escondite nuevamente, con cobardía para seguir matando; parece ser que no han aprendido otro lenguaje y, lo peor, es que no lo quieren aprender.
Pero ellos no me entristecen, son asesinos. Sin embargo, crece la marea de quienes les apoyan y eso sí que nubla mi esperanza, ciega el sol en mi entendimiento.

No, hoy no sacaré mi rabia, ni apoyaré con mi presencia a quien sigue dando la mano al asesino.

1 comentario:

Carlota dijo...

si...la verdad es que la marea sigue creciendo, triste, pero cierto...cuando acabará esto? Un abrazo.