viernes, octubre 26, 2007

EL UNIVERSO DE TACO Y BOCHA

No ha amanecido y galopa campo a través; él, subido a lomos de su caballo, parece un dios en el mar de la Plata…
Aprendió a montar a la par que a hablar y su mundo creció entre monturas, espuelines, bochas y tacos; es su vida, no sabe hacer otra cosa. Trabaja de sol a sol, invirtiendo todo su tiempo y dinero en torneos y caballos. No busca la fama ni ser millonario, lo hace porque le sale de dentro… Así es el jugador de polo.

Dicen que es un deporte elitista que mueve, no sólo grandes fortunas, sino que, además, va más allá de lo meramente deportivo arrastrando a los personajes más VIP del panorama mundial. Un espectáculo de una gran belleza plástica en el que el jinete y sus ocho o doce caballos que emplea en cada partido- los mejores son reservados para los últimos tiempos- son un solo cuerpo dentro de un equipo de cuatro jugadores que pelean por meter con el taco, el bocho –pelota- en una portería; se juegan seis chukkers –tiempos- de siete minutos cada uno.
También dicen de él, que es un deporte dinástico donde los hijos de los jugadores no pertenecen a una familia sino a un equipo; maman desde su nacimiento la pasión por un deporte.

Me hace pensar cuando veo estos triunfos humanos sobre la ruindad, que es hermoso que el hombre, además de destruir, sepa dar brillo a sus acciones. A veces, el mundo sólo es capaz de ver sus bajos fondos sin apreciar la posibilidad de expandir lo sublime que puede llegar a hacer, con tan siquiera un chasquido, poner en marcha su máquina de crear amor en su entorno vital con sus manos, con la cabeza, con su cuerpo. Si nos forjáramos el hábito de poner belleza en cada grano de miseria todo sería distinto, ¿no les parece? El mundo va mal, es verdad, hay vicios que siguen constantes en el ser humano desde hace centenas de años y, sin embargo, hoy las personas valoramos más la vida, el encanto que hay dentro de nosotros y propulsamos a educarla. No hay más que ver a estos deportistas, su afán por crear, de un juego, un espectáculo único por el que vibran multitud de seguidores… Ya, sólo por eso, merece la pena.

Pronto llegará noviembre y la cancha bonaerense de Palermo se vestirá de gala para apasionar a un público entregado… Allá lejos se le distingue, se mueve a trote de su caballo con una elegancia sin igual. Todos saben quien es. Su casco azul y blanco, los colores de la bandera argentina, adornado con un toro negro, garantiza el espectáculo; es Adolfo Cambioso, el mejor jugador de polo del mundo.
¡Ójala! supiéramos ser todos deportistas de elite en lo cotidiano.

4 comentarios:

Recursos para tu blog - Ferip - dijo...

Hola Mª Angeles!
Qué grato leerte.

Mientras lo hacía
pensaba en nuestro equipo de polo.... y al llegar al final...oh!
Estabas hablando de Argentina!!!

Sabés, vivo muy cerquita del predio donde se juega este deporte, en Palermo.
Es mi barrio.
Siempre paso y miro ese césped prolijito
qué tantas historias podría contar.

Un universo, realmente.

Un beso!

Anónimo dijo...

Este texto, Angeles, no solamente es entrtenido , si no a la vez didactico: no tenía ni idea de todo lo que cuentas del polo y leerte me ha hecho aprender algo más...
Abrazos desde el mar.
Lola
Bertrand

Anónimo dijo...

La verdad Gordita que no dejas de sorprenderme.

Insisto en que me gusta mucho lo que escribes.

Yo

CATI COBAS dijo...

Gracias, Ángeles , por ocuparte de un deportista de mi tierra con un artículo tan lindo. Un abrazo de Cati