sábado, marzo 10, 2007

NUESTRA VOZ ESTÁ EN LA CALLE


Camino junto a otros. De ellos sé de sus ojos de esperanza, de su risa y su acento, que sus figuras son como la mía: constancia al rechazo.
Ni la lluvia ni la nube pueden parar la marea humana que avanza alegre es pos de la justicia.

En las calles de mi pueblo, gentes anónimas aúnan sus voces, elevan su repulsa… Os admiro en la distancia, estoy con vosotros.

Hoy, la gran ciudad amanece de colores. De aquí, de allá, las calles se visten de Andalucía, de Castilla, Cantabria, Galicia… Una pequeña España nos invade para gritar que la razón tiene manos de honradez, que es honesta y nadie ha de mancillar.

Mayores, jóvenes y chicos, todos de distinta condición, arropan a quien sufre. Éstos han perdido esencias en sus vidas y alguien quiere que su sangre sea moneda de cambio a quien selló sus labios para siempre.

No sé contar ciudadanos, no sé medir los votos que avalan a tan magna injusticia… Sólo escucho el clamor de estas calles de Madrid, Murcia, Sevilla, Valladolid, Santander, Valencia, Logroño…

No soy profeta en mi tierra, sólo sé que no sé nada… Sólo siento el estruendo y el gemido de este pueblo que se llama España.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una buena manera de defender aquello en lo que se cree, Ángeles. Un abrazo de Cati