El cielo se
desploma. Tan zaino que da miedo. De dos grises hoy te acicalas. En distancias
cortas, tu cenizo plomo es templado y mentiroso y, según te alejas, se aproxima
la bravura de tu sombrío amanecer invitando a la melancolía de tu lacerante
soledad.
No obstante, no
te intimidas, te acercas a él con el pasado borroso, esos azotes de la memoria
que recuerdan aquello que creíste borrado. Pero nada se borra, solo cicatriza
el ayer perpetuo.
Este cielo que
hoy amanece sembrado de tempestades, de agua y viento, alterna sensaciones
clavando sus púas sobre tu piel dormida. Te miro y, cuánto más te miro, más
bello me parece tu cielo de febrero.
Me tientas como
ese diablo que se disfraza de soles engañosos a que salga a sentir tu agua para
lavar mis penas que hoy, despertaron tan inciertas como desviadas.
¡Ay cielo, cielo!
Te observo tras los cristales mientras derramas tu luz romántica en mis haberes
de otros tiempos. Ya no soy la misma que tú conociste. De temor y miedo visto
mis días, pero me gusta sentirte tras los cristales ahumados de mis recuerdos.
Tanto me provocas,
que despejo el cristal y el agua rocía mi rostro mientras el aire agita mi pelo
ya de por sí alborotado.
No hay luz que
hoy pueda contigo. Del empeño y tesón surge tu rabia, esa rabia oscura, tal vez
casi negra, en que empañas el día que amanece.
No voy añorar ni
el calor ni mi sur sureño, no atenderé tus provocaciones. Simplemente hoy
gozaré de ti.
4 comentarios:
Ese gris cenizo plomo y sombrío viene a medir tu fortaleza, tu temple y tu rebeldía, amiga...Tu alma lo sabe y entre tus letras acampa la poesía libre, de infinitos cielos y horizontes...
Mi abrazo y mi cariño.
Cada momento meteorológico tiene su encanto y lo mejor es apreciarlo y disfrutarlo sin añorar otros.
Es para gozarlo Mª Angeles... bien lo comtempla ese árbol solitario.
Buen martes.
Besos.
Me he bañado de gris cielo y quedo empapada de tu prodigiosa prosa. Precioso Maria Ángeles. Saludos!!
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