La realidad supera la ficción. Si a esta verdad irrefutable añadimos que
hay días en que me levanto con espíritu justiciero a lo Agustina de Aragón…, la
historia está servida.
Ocho de la mañana y montada en mi autobús. Iba enfrascada en un artículo
divertidísimo de Pérez Reverte cuando por el rabillo del ojo noté que alguien
se sentaba a mi lado, de una cartera sacaba un periódico, y se disponía a
perderse tranquilamente en un mar de letras… Pero no habían pasado ni cinco
minutos cuando escucho una voz cuyo tono era un desafío “levántese de ahí”
Levanté la vista y encontré a una mujer de mediana edad (versus yo) increpando
a mi vecino de asiento. Mi cabeza se preguntaba “¿Qué tiene que ver una mujer
con cara de vinagre (pobrecilla, seguro que si no estuviera necesitada de un
buen polvo, su cara sería un jardín) y un hombre negro que, por cierto, es
guapísimo?”… Polvo empecinada en que Chocolate se levantara del asiento; cada
vez más histérica, por momentos más irracional, y el hombre aferrándose a su
maletín sin saber qué hacer, y yo deseando volver a los brazos de Reverte…
Hasta que aquella situación histriónica me superó y alcé la voz –recordad que
Agustina tomó cien cañones por banda.
-¿Por qué no se larga? El caballero llegó antes que usted
-No me da la gana; quiero sentarme. Tengo derechos.
-Pues espérese a que alguien se baje para satisfacer sus derechos.
-Quiero sentarme ahora y este tío se levanta ahora mismo como me llamo
Carmen-Chocolate comenzó a levantarse y yo le tiré del brazo para que volviera
a sentarse. Polvo le tira del otro brazo y el periódico se va a tomar café
encima de la calva de un anciano. El conductor frena y pregunta qué pasa; el
pollo estaba guisado.
… Lo que más me fastidia es que, ¿Diréis quien ha terminado subiendo la
cuesta andando? Chocolate y yo. No porque nos echaran del bus sino por mi
orgullo mal traducido. Muy digna dije a Chocolate:
-Los locos cuánto más lejos, mejor. Vamonos.
… Chocolate me ha dado las gracias y se ha cruzado de acera… ¿Se pensaría
que la chiflada era yo?... Me ha dado por pensar en mi marido: feliz, ignorante
a las locuras mías que tanto le alteran pero, ¿vosotros no hubierais hecho lo
mismo?
3 comentarios:
Olá Mª Ángeles.
Mais um ótimo conto. Gostei muito. Parabéns.
Abraços.
Pedro
Te debe pillar por sorpresa, pero quiero pensar que yo hubiera hecho lo mismo.
No creo que sea un cuento.
Prefiero pensar que la justicia se abrió paso por algún poro...Y mandó a paseo a la justiciera.
Y sí. Creo que el compañero de viaje quedó convencido de que se había topado con una loca.
Pero siempre, el humor que no falte. Saludos.
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