Hoy amaneció en una de esas mañanas turbias que ni la tinta
azul puede aliviar la espuma gris de la niebla que envuelve las esperanzas.
El mundo habla y todas sus palabras se me antojan plúmbeas,
tan cenizas que el llanto amargo de la tierra no haya consuelo. No me extraña
pues me dejo arrastrar por ella y sus negros presagios.
Hoy no hay luz que consuele a estas letras tristes, parece
que la mano bruna del hombre destruye, una caza de brujas a todo lo que se
menea, y su lengua pertinaz, igual que
un cuchillo en doble filo, acelera sus palabras exterminando al supuesto
enemigo.
Hoy no es mi día, tampoco debía ser el tuyo a no ser que tu
fortaleza sea roca que todo resbala en días como hoy, más luego cuando la
tormenta amaina, tu roca vuelva a ser un jardín de flores que no marchitan;
buena postura la tuya si así eres.
Pero hoy yo estoy ciega, mi vehemencia me consume, ofuscada
en los otros que mancillan, atiborrada de rabia por no ser capaz de digerir,
por no ver mi sombra errada de tantos errores, por la ausencia de valentía, esa
que me mando al carajo por no ser capaz de abrir los ojos.
Hoy no soy amable, tampoco lo quiero ser. Es mi día de
rebeldía.
3 comentarios:
Ya casi pasó...
Espero que mañana el día te compense.
Besos.
Mª Ángeles,
Todos temos dias assim, nos quais o sol se esconde atrás da bruma, que nos deixam entristecidos, às vezes culpados por não nos sentirmos bem, mas o certo é que amanhã o sol nascerá novamente para que se abram nossos sorrisos.
Abraços.
Vaya, me da que entro un día después.
Espero que después de la reparación del sueño, veas "loquefueraquefuese" de otra manera.
Un abrazo, amiga.
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