Yo tuve el honor
de nacer en San Juan de la Maguana, República Dominicana. A los tres años me
trajeron para España, en concreto a Valladolid. Desde entonces me considero
vallisoletana de pura cepa. Amo mi tierra, sus gentes, mi ciudad, sus
costumbres, su historia. Pero también me siento gallega, asturiana, vasca,
cántabra, aragonesa, valenciana, extremeña, murciana, catalana, andaluza y mi corazón pertenece a
Sevilla. Todos mis sentires se aúnan en
una sola palabra, ESPAÑOLA. Amar donde
has nacido o crecido, es natural. Tus raíces van creciendo en esa tierra, allí
están tu familia, tus amigos aunque después el tiempo puede diseminar tus
querencias por toda la geografía. Unos irse a Madrid, otros dejarlos en Galicia
o en Sevilla, por ejemplo. Pero el orgullo de ser español, bien seas murciano o
extremeño, eso da igual, por encima de todo eso eres ESPAÑOL, lo sientes dentro
de ti y lo exhibes con orgullo.
Pero hoy, haciendo
una inflexión en mis sentimientos patrios, me siento catalana más que nunca pues es una parte de mi ESPAÑA, y me da pena
que me digan las gentes que habitan en aquel trocito de mi ESPAÑA, que les robo o que de alguna manera
les maltrato y que no quieren saber más de mí. Tal vez sea una riña familiar como tantas que suceden en nuestros
núcleos familiares o de amigos y que las aguas no se desborden. Tengo una amiga
con la cabeza muy bien amueblada que insiste en el diálogo constante para
llegar a un entendimiento común, para vomitar eso que nos hace daño de una
persona; aclararlo y seguir juntos de la mano.
Lo que peor llevo
de estas riñas o malentendidos, son los diablillos que vienen a calentarte la
oreja, encender tu ánimo con mentiras y embustes. Y eso es lo que más me
entristece de mis compatriotas catalanes: les están mintiendo sobre mí y
vendiendo en cuento de la lechera cuando de sobra saben que en la lechera no
hay leche..
Claro que los
convencidos quieren romper conmigo ya, ser amigos pero ni tratarnos. Y hay un
sector muuuuuy grande que permanece en silencio, tal vez atemorizado por
nuestra ruptura y que no se atreven a significarse por miedo, por represalias o
por cobardía. Y a ti, catalán atemorizado, por favor, no hagas como la avestruz
y metas la cabeza debajo de la cama. Defiende tus derechos, defiende tus
sentires y vete a votar el 27 de septiembre, hazme el mejor regalo de
cumpleaños y defiende que somos HERMANOS, que somos ESPAÑOLES y que igual que amas a Cataluña,
también te sientes ESPAÑOL como yo. Sé valiente y di lo que quieres y deseas,
pero por favor no te calles. Mañana puede ser tarde.
2 comentarios:
Bueno, de mentirosos ha habido hasta presidentes del gobierno que hablaban catalán en la intimidad.
Supongo que lo diría para asegurarse los sobres que él y los suyos nos iban a robar durante años a todos los españoles.
Especialmente a los pobres.
Mucho himno, mucha bandera, mucha patria y mucho ladrón.
Besos.
Me ha encantado!
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