Me he despertado pensando en mi amiga que mañana será su cumpleaños; un 28
de diciembre que es el día de las bromas por antonomasia en España. Pero ella
no es una broma en el sentido estricto de la palabra sino un valor en alza que sonríe
a la vida y que disfruta cuanto puede de ella.
… Lo de mirar por la ventana mientras amanece el crudo invierno cada mañana
envuelto en niebla es un placer al que no me puedo negar porque, mientras
observo ese hechizo blanquecino, disipo los pensamientos que se agolpan en mi
cabeza llamándome al orden. Y hoy pegada a la ventana ahumada estaba mi amiga
con un letrero que decía “Familia”
Todos sabemos que a la familia no se la elige; viene impuesta por una ley
no escrita. Sin embargo nosotros individualmente en parte somos creadores
responsables que ese nido funcione, crezca y se consolide. No es cuestión que
un día te levantes iluminado y te pongas
a hacer limpieza, ordenar y cocinar a la familia que te ha tocado en la lotería
de la vida para que brille por los cuatro costados; no. Es un trabajo a
conciencia desde el primer ladrillo que se pone. Días, espesos, noches de
insomnio, lágrimas por doquier, incomprensiones y malos entendidos. Veranos de
calma “chicha”, primaveras floreadas, inviernos de abrigo… Estación tras
estación viendo crecer tus semillas que se secan, se tuercen y tú vega, dale
que te pego para salvarlas. Nada crece espontáneo, nada se desarrolla porque
sí; detrás de cada familia hay un arduo trabajo, muchas sonrisas, y muchos
llantos.
Sin embargo un día te paras mientras tomas un café, los tuyos aún duermen,
tu cabeza va anotando los quehaceres del día que despierta y te das cuenta, de
pronto, que alguien a tu lado ha forjado
una obra magnífica, que no es perfecta porque nada lo es, siempre hay un
ay,, pero alguien con nombre y apellidos te abre la puerta de su hogar, te
enseña su árbol de navidad, los cojines con un gran lazo a los pies de su árbol
más íntimo y personal y ves como sus polluelos no cesan de crecer revoloteando alrededor
de la columna vertebral que es mi amiga, persona que no deja de dar ejemplo a
los suyos haciéndoles entender que nada es gratis, que todo se construye a base
de mucho esfuerzo y que a la esperanza nunca hay que apagarla la luz porque te
negarías la mejor de las sonrisas que te ofrece la vida. Mañana es 28 de
diciembre es su cumpleaños, mientras en la terraza de mi amiga hay tres
hortensias pegadas a la pared tratando de refugiarse del crudo invierno, de las
ausencias, los vacios y las penas, ella esta mañana de cenizos colores me ha
regalado la mejor de las sensaciones, la
clarividencia de un pensamiento.
¡Feliz cumpleaños, Pachus!
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