… El
sueño se esfumó de la almohada, y me fui a buscar otros sueños.
Me
encontré las burbujas de unas letras desparramadas en una pantalla. Se cruzaron
nuestros ojos. Nada nos dijimos, y seguimos cada una con su camino de vientos
encajonados en un puerto sin salida, donde el cansancio baila sus aguas turbias,
y la desazón busca el reposo del guerrero en una barca sin remos, ni velas que
ondeen en el aire, sin embargo mis dedos ya dibujaban las burbujas de una
historia…
Un
barco está varado, un marinero fuma apoyado en la quilla de su existencia. El
humo del cigarro se confunde con la noche, justo en el punto cuando la nube golpea al cielo y
éste no cesa de llorar… Entonces, yo paso por allí con el despiste que cose mis arrugas más
descosidas, y me quedo con él. Nada nos decimos, pero nuestros ojos nos leen
que antes de que termine la canícula uno de los dos se habrá evaporado, por lo
que el marinero me invita a volar… Sí, ahora le veo, aunque sé que luego será
una mera estampa, y sus ojos serán recuerdo, y su aroma se difuminará con la
caída de la hoja, y su piel será un espejismo en noches de invierno, por lo que
le insto “Dame tu sonrisa para que la acaricie entre mis labios, y pliega tus
manos en las mías, así sabré que fuiste real”, y aún más le digo, “La distancia
apaga las llamas de la locura, y el estío se tragará lo que fuimos que, aunque
sin buscarnos, reconocimos que éramos nosotros” Entonces, el marinero me
contesta “Ven…, dentro de un rato, tal vez, serás ceniza de un verano”
… Pero,
mientras el vaho de un café baila en nuestros semblantes, mi almohada me viene
a buscar. Primero con un bostezo, después, con el declive de mis dedos… Tal
vez, mañana cuando despierte, crea que mi sueño estuvo cerca de una película
con burbujas.
3 comentarios:
un placer encontrarte y leerte
me encanta como juegas con las letras
te dejo mi blog escritora!!!
¡Quilla!
Costilla de mi armazón,
cuadernas de mi quilla.
¡Sazón!
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