domingo, mayo 11, 2014

CUESTIÓN DE PELOTAS

Me acabo de deprimir. He leído la prensa y ésta me lo ha contado con pelos y señales. Mis expectativas dominicales se dividían en tres fases y la primera ya he fallado: ganar eurovisión bailando en la lluvia… Y no hemos ganado. Pero claro, ¿cómo vamos a ganar si no ha llovido y “la calor” no nos ha dejado dormir esta noche?
La segunda está por ver, hasta esta tarde no sabré si mi Atleti es campeón de liga o seguimos dilatando la emoción y dando oxígeno al Barça. He tratado de memorizar las posibilidades que se tienen que dar para que mi amor colchonero se suba esta noche a la fuente de Neptuno y grite ¡Somos los reyes del mambo!, pero soy incapaz, así que me pondré la radio y que Pepe Domingo Castaño me vaya desgranando la margarita mientras rentabilizo el tiempo y doblo calcetines con su posterior colocación en el compartimento correspondiente. Porque las tardes de domingo están para eso: perderse en el limbo, o ser hombre/mujer mentalizado que todos los días somos un poco “Marujos”.
Nada que contaros con los nervios que afloran pensando que el miércoles el Sevilla puede hacerse con la otra copa y mandar a tomar pepinillos al Benfica demostrando que, de la crisis no salimos tan fácilmente, ahora bien, ahí está la pelotilla una vez más para que España saque pecho. Y es que lo nuestro, está claro, que es cuestión de pelotas: o las de Nadal, o las de nuestros equipos de futbol, pero el español con sus pelotas sí o sí.
Claro que ante tanta incertidumbre dominical, prefiero evadir mi mente e irme al 24 de mayo… No resuelvo mucho porque aunque esté feliz que gane quien gane, una copa nos traemos a casa, me gustaría, con permiso de los ricos de la familia que son los del Real Madrid, que ganara mi Atleti porque mi equipo no tiene un Ronaldo, ni tampoco dinero, pero tiene amor propio, un par de pelotas e ilusión a raudales… Fijaros no sé si llamar a Florentino Pérez a comentárselo a ver qué le parece…, no sé. En fin lo mejor es que me vaya a poner una lavadora y a hacer una tarta a mi cuñada que la he invitado a comer y aunque llevamos años de sutil convivencia a las cuñadas hay que tenerlas en observación y siempre contentas… Estoy pensando que nunca he hecho una tarta, pero seguro que algo me sale, ¿no? Todo menos ponerme puertas al campo.

¡Feliz domingo, amigos!

No hay comentarios: