Ya se adormece el primer día del año; es una tarde de una hermosura
especial que no a todo el mundo gusta, y nada hace pensar que levante el ánimo
a casi nadie. Yo no hago más que mirarla desde la ventana y me tiene fascinada:
la calle está desierta, las luces amarillentas de la estación se han encendido
ante la poca luz, destellan ante tan agua y bruma. Sí, porque la lontananza se
desdibuja con la niebla que viene zumbona, con parsimonia, como si para ella la
prisa no existiera. Es una tarde del uno de enero pintada en blanco y negro,
recogida y silenciosa después de tanta bulla de campanadas, cohetes y voces
altaneras y borrachas… Miento, en este momento entre el blanco y el negro ha
aparecido un paraguas rojo, como perdido entre tanta lluvia, como si deseara
poner un cromatismo a esta tarde que fenece ya.
Es un día antagónico entre trescientos sesenta y cuatro días porque, por un
lado, parece como si no hubo nunca luz en esas veinticuatro horas del año
recién nacido ya que la poca luz que vimos muchos fue cuando nos íbamos a la
cama; después, cuando tus ojos resurgen de las cenizas del sueño, la luz
mágicamente nos abandona en una tarde tan melancólica como lluviosa en esta
Castilla tan proclive al humo algodonoso de la niebla que engulle a este uno de
enero.
Os dejo, voy a seguir mirando por la ventana; merece la pena. Luego, me
sumiré en el recuerdo de mis rostros queridos, de las risas y pisotones de una
noche bailona. Me sentaré en el sofá, y adormeceré los primeros sueños de un
año que comienza.
3 comentarios:
También ahora, al siguiente día del primer día del año empieza a oscurecer. No se ha llevado el calamar su tinta.
Mari Ángeles, me siento en el sofá a poner los ojos en blanco, sin leer, sólo escuchar... estas fechas no están preparadas para mí. La Navidad ve mi casa tan ajena que escapa sin ni siquiera rozarla. Le digo adiós desde la ventana, mientras ella huye despavorida cruzando semáforos en rojo. Algún día esta se mata, me digo.
Bueno, amiga, pensando en ti y solo en ti, Feliz 2014.
Un beso entrañable.
Una delicada descripción de una tarde envuelta en melancolía.
A título de sugerencia convendría que rectificaras la siguiente frase: "...ante tan agua y bruma".
Besos para que los Magos de Oriente se porten como es debido.
Así es querida.
Ademas tengo la impresión de que es una tarde larga,le tengo mucho respeto me llega llena de incertidumbre...
Besos y feliz 2014.
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