Hoy mis ojos se han
enredado en lo más alto del paisaje otoñal. Mientras el aire corría sin aliento
hacia su estrella, por la ventanilla del tren he visto volar bandadas de
pájaros, dedos de Dios erguirse hacia el cielo, tierras yermas soñando en su resurrección.
Árboles multicolores, espadañas silenciosas
con sus nidos de amor, cigüeñales hermosos. Senderos de arbolillos a punto de
ser trasplantados en su destino.
Pueblines bellos, pueblos
abandonados, pueblillos al rescate. Lienzos esculpidos por la mano del hombre
cuando éste pierde la arrogancia del diablo, aúna sus fuerzas con la madre
naturaleza, y olvida la parte oscura que se esconde en sus cavernas…, de ello
puede resultar la belleza más simple y soberbia al abrigo blanco de la niebla
temprana, hasta llegar a las entrañas de las tierras castellanas.
Hoy no quiero
memorias traumáticas, ni ojos apagados de tanto desaliento que ven; hoy el AVE
ha encendido la bombilla de la sensibilidad ¡Bienvenido este consumo tan poco
consumido!
2 comentarios:
Bienvenido sea siempre todo lo que nos hace ser conscientes de la suerte que tenemos. La naturaleza está ahí y nosotros vamos y venimos sin prestarle atención. Preciosas letras, amiga.
Buen fin de semana!
Una tierra que aún tengo pendiente de conocer, pero que si es como tus palabras, tiene que ser preciosa. Un beso grande.
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