Tengo grabado a
fuego las palabras de una madre cuando hace años fui a recoger a uno de mis
hijos a un cumpleaños. Nada más abrirme
la puerta aquella mujer, yo me identifiqué, y automáticamente me escupió a la
cara sin ningún miramiento “A tu hijo hay que lavarle la boca con jabón”… Y a
mí me dieron ganas de llamarla “Maleducada”; al llegar a casa, con todo el
dolor de mi corazón, metí en la boca a mi niño dos gotitas de jabón; la verdad
es que nunca le oí palabra malsonante.
Esto viene a cuento
de un artículo que acabo de leer sobre los churumbeles monstruos que está creando la
sociedad actual con la modernez, muy mal interpretada por los estamentos que
vigilan la protección de los rapaces… La infancia ya me queda lejos, pero me he
sonrojado al leer que se interpreta como una agresión, por ejemplo, el que un
profesor quite a un chaval el móvil en clase. Sin embargo, los profesores están
expuestos a vejaciones, desobediencias, empujones… por parte de los alumnos, pero ¡Ojito! que un profesor se pase un ápice con el alumno, la caja de los
truenos caerá sobre él.
Claro que no se enseña
pegando, y sí dando ejemplo, en casa en el primer lugar, y en los colegios, pero
ciertos castigos correctivos deberían imperar para que esos chicos aprendan normas y respeto, hacia ellos y hacia los demás.
Pero, no hay que
olvidar, que la sociedad actual no es un buen ejemplo para estas criaturas,
comenzando por muchos padres, por mucha gente mayor que se salta a la torera
ciertas reglas de urbanidad simplemente por el hecho de cómo son mayores pueden
permitírselas, y ya no decir programas televisivos que transmiten lo peor de las
personas, los instintos más rastreros y terminando, cómo no, por los políticos
que nos han caído, por desgracia, que roban, separan unos a otros, que no
respetan las disciplinas de partido, que no tienen límites en su verborrea a la
hora de defender sus supuestas ideas, aunque todos sepamos que son mentira… En
fin, que me estoy empezando a convencer que tenemos lo que nos merecemos en
muchos aspectos de nuestra vida.
Solidarios, una
palabra hermosa, completa, firme… Mostrar más las acciones buenas, que hay
muchísimas, sería otro de los caminos, ¿no os parece?
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