martes, agosto 30, 2016

INSTANTES

Hoy ha venido a hacerme compañía. Se coló entre unas ramas de los árboles y una rendija de las cortinas. No hizo ruido y muy quedo dijo “Buenos días”, miré y parecía un melocotón recién parido, suave en sus bordes y añejo en su centro. Pasó su mano  por  la parte izquierda de mi rostro; sentí su levedad, su aroma fresco del recién levantado. Aún cerrando los ojos presentía su calor, su belleza, pero él insistía en que le mirara, luego no lo podría hacer. Mis ojos verdosos se vistieron de jilgueros dorados lanzando destellos.

Se quedó conmigo unos seis minutos escasos, después, alzó su vuelo como esos pájaros que bailan mientras vuelan hasta coronarse en lo alto y perder su color. Ya no era melocotón sino una patata pelada, blanca de carne y desfiguradas sus formas.


Los días se acortan, el verano se desliza y ya llega septiembre. Me lo ha dicho mi arbolillo de ramas secas y las nuevas, rellenas de flores rosas. Esta mañana mientras el ordenador se encendía, se ha colado en mi vida un rayo de sol, tan juguetón como juvenil, y con él he presentido que la vida es un instante, tan efímero e intenso como tú la quieras vivir.

1 comentario:

Celia dijo...

Unos ojos visiténdose de jilguero, precioso.
Buen texto.
Besos