Quiero ser culta, pero no doy la talla, así que voy a dejar
de descifrar, al menos los argumentos más sesudos como lo de leer siempre lo
mismo ¡Hasta la peineta de Monedero y sus monedas!, se piensan que por ponernos
pesados el monedas nos va a explicar lo inexplicable; es lo mismo que si mi
Pepe me pregunta en plan señor del fisco qué puñetas he hecho el mes pasado con
la tarjeta del Corte Suizo… Fijaros que cuando entro en los grandes almacenes
me digo “Puri mira a ver cómo conviertes en opaca esta maravillosa tarjeta”,
pero plastificada y en botella, ni opaca ni leches, y cuando viene mi Pepe con
la facturita, yo trato de razonarle y justificar esos gastos tontos, pero no
cuela… Vamos que soy la monedera en versión Puri.
Menos mal que a mi edad que es una edad indeterminada y muy
opaca porque para eso me encargo yo de despistar al personal con los severos
consejos de mi amiga Isa, la Preysler digo, y su “My cream”… Bueno, bueno, que
no he dormido. Anoche mientras se desvelaba el misterio de las croquetas de la
Esteban en la casa del gran pequeño y enano vip, me di my cream en my face y se
me quedó la cara acartonada, vamos como tiesa, ni decir adiós a mi Pepe pude,
hasta los ojos no pudieron parpadear, así que en blanco toda la noche. Pero lo
peor ha sido que al no poder dormir por mi tiesura, me levanté y al pasar por
un espejo me miré, ¿diréis? My cream un timo. Encima de dejarme sin expresión,
allí seguía como puesta por el ayuntamiento. ¿Quién? Pues mi papada, descolgada
cual ascensor descendente ¡Isa, por dios! Me has engañado vilmente… Me fío del
primero que pasa y “Toma del frasco Carrasco”…, otra monedera en potencia… Pero
como os contaba, queriendo dejar de leer, según me iba de las letras leí una
cabecera muy pomposa que decía “La edad no se puede determinar” Me entró un
frenesí al enterarme que puedo decir la edad que me dé la gana que nadie, ni la
madre que me parió, va a poder determinar, analizar, precisar, definir,
limitar, deslindar mis años…, tan contenta me he puesto que me he olvidado de
my cream en my face, la papada, los buñuelos que me salen entorno a mi cintura,
mis pechos al borde de un precipicio, vamos los cuerpos que se definen como
descolgados, que he preparado el desayuno de mis niños y cuando han aparecido
me han dicho “Madre, tienes una edad difícil en la que debes descansar más” He
querido pensar que como me veían tan niña, tan joven aunque no turgente, los
niños deben dormir mucho para desarrollarse y ahí, justo aquí, en el verbo
desarrollar, me he confundido a mí misma. Vamos a ver porque si me desarrollo
más, no quepo por la cocina por mis anchuras, digo, y eso sin contar con el
desarrollo de la papada… En resumiendo, me he deprimido y me he jurado a mí
misma que hasta que no se resuelvan los temas candentes de los chorizos
hispánicos en Suiza e islas Caimán, la menda solo va a leer los prospectos de
los supositorios.
En fin, voy a lavarme la cara a ver si me espabilo y dejo de
decir sandeces al menos durante un rato.
¡Buen fin de semana, amigos!
1 comentario:
ANDO POR ALMACATAMARCANA II
TE ESPERO AMIGA MIA
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