miércoles, enero 01, 2014

UNO DE ENERO

Ya se adormece el primer día del año; es una tarde de una hermosura especial que no a todo el mundo gusta, y nada hace pensar que levante el ánimo a casi nadie. Yo no hago más que mirarla desde la ventana y me tiene fascinada: la calle está desierta, las luces amarillentas de la estación se han encendido ante la poca luz, destellan ante tan agua y bruma. Sí, porque la lontananza se desdibuja con la niebla que viene zumbona, con parsimonia, como si para ella la prisa no existiera. Es una tarde del uno de enero pintada en blanco y negro, recogida y silenciosa después de tanta bulla de campanadas, cohetes y voces altaneras y borrachas… Miento, en este momento entre el blanco y el negro ha aparecido un paraguas rojo, como perdido entre tanta lluvia, como si deseara poner un cromatismo a esta tarde que fenece ya.
Es un día antagónico entre trescientos sesenta y cuatro días porque, por un lado, parece como si no hubo nunca luz en esas veinticuatro horas del año recién nacido ya que la poca luz que vimos muchos fue cuando nos íbamos a la cama; después, cuando tus ojos resurgen de las cenizas del sueño, la luz mágicamente nos abandona en una tarde tan melancólica como lluviosa en esta Castilla tan proclive al humo algodonoso de la niebla que engulle a este uno de enero.

Os dejo, voy a seguir mirando por la ventana; merece la pena. Luego, me sumiré en el recuerdo de mis rostros queridos, de las risas y pisotones de una noche bailona. Me sentaré en el sofá, y adormeceré los primeros sueños de un año que comienza.

3 comentarios:

Codorníu dijo...

También ahora, al siguiente día del primer día del año empieza a oscurecer. No se ha llevado el calamar su tinta.
Mari Ángeles, me siento en el sofá a poner los ojos en blanco, sin leer, sólo escuchar... estas fechas no están preparadas para mí. La Navidad ve mi casa tan ajena que escapa sin ni siquiera rozarla. Le digo adiós desde la ventana, mientras ella huye despavorida cruzando semáforos en rojo. Algún día esta se mata, me digo.

Bueno, amiga, pensando en ti y solo en ti, Feliz 2014.
Un beso entrañable.

Nómada planetario dijo...

Una delicada descripción de una tarde envuelta en melancolía.
A título de sugerencia convendría que rectificaras la siguiente frase: "...ante tan agua y bruma".
Besos para que los Magos de Oriente se porten como es debido.

América dijo...

Así es querida.
Ademas tengo la impresión de que es una tarde larga,le tengo mucho respeto me llega llena de incertidumbre...
Besos y feliz 2014.