domingo, octubre 06, 2013

PROFESIONALES EN PARO

Hay mujeres exigentes, mujeres difíciles y mujeres fáciles; yo soy de estas últimas. Sin embargo depende cómo me traten, puedo llegar a ser insufrible.
Tal vez sea deformación profesional y en los veinte años que he trabajado en banca, más los que anduve a gatas trabajando con mis padres, me enseñaron cuatro actitudes básicas: humildad, simpatía, profesionalidad y afán de servicio a los demás. En el momento que te pones a trabajar, cualquier profesión, hasta la más simple, tiene su aquel; es decir, debes aprender desde abajo. Unas profesiones serán más difíciles que otras, en unas se requerirán unas cualidades específicas y en otras, cualidades distintas, pero en todas ellas, se requerirá un compromiso.
También es cierto que en los tiempos que corren, muy pocos tienen la suerte de dedicarse a lo que les gusta y, si tienen la suerte de encontrar un trabajo, lo más probable es que se vean abocados a ejercer en algo que sus actitudes no están preparadas. Pero eso no quita que tu obligación es comprometerte con ese trabajo y entregarte a él para hacerlo lo mejor posible.
Hay muchas empresas que no ayudan porque, buscando un ahorro de costes, por ejemplo, instalan sus call-center en países sudamericanos y, además de no formarles, no les educan, así te pueden llamar a la hora de la cena, en el fin de semana o en la hora de la siesta. Y, no sólo eso, es que te llaman y no les entiendes lo que dicen y para colmo no tienen idea del servicio que están prestando… Cuando esto me sucede, me pongo como una fiera y pienso en los seis millones de parados que pululan por España.
Puede darse el caso, que el afortunado/a que encuentre trabajo sea español, pero… ni tenga actitudes y ni siquiera se esfuerce; entonces llegados a este punto, pierdo los papeles.
Viernes 4 de octubre, una treinta de la tarde entro en el Corte Inglés a comprar una crema con color… Fácil, sencillo, ¿no? Me dirijo a tres señoritas que están imbuidas en una charla, por lo tanto, mi persona para ellas se hace invisible. Cansada de esperar, tomo la iniciativa y una de ellas que, por cierto, tenía un plumero en la mano, se digna a mirarme… Mal, me mira fatal, pero yo me hago “la sueca” y la cuento lo que deseo, y ella con el plumero me indica un estante, eso sí, sin dirigirme la palabra. Yo cojo lo que me indica el plumero y pregunto a dicho plumero qué diferencia hay entre una crema y otra; yo creo que fue el mismo plumero que me contestó secamente”la diferencia está en la composición”… Voy yo y me pongo las dos cremas en una de mis manos y cuando estaba manchada, muy manchada de crema pido al plumero que me dé una toallita para limpiarme; me da la toallita sin mirarme, pero yo mirando al plumero con ojos asesinos. Después, tiro la toallita al suelo y me largo; el plumero ni se inmutó.
Desencantada por el trato recibido, buscaba la vía de escape más rápida para irme a casa cuando una voz cantarina me ataca “Señora, disculpe, ¿conoce las nuevas promociones de esta casa?” Me vuelvo, la miro y me encuentro con una amplia sonrisa metida en el cuerpo de una chica joven, gordita, muy gordita y con una simpatía que envolvía a todo vicho viviente que se acercara por allí… Conclusión: me vendió lo que quiso, me gasté más dinero del que yo había proyectado y para colmo, me fui tan contenta a casa.
Moraleja: ¿cuándo van a aprender las empresas que el mejor capital invertido son sus trabajadores, que la mayor riqueza que poseen es un trabajador formado y motivado? Ahí tenemos Zara, Mercadona, por ejemplo, y en el otro extremo tenemos al Corte Inglés (que te dan ganas de darles un corte y mandarlos a tomar vientos), o Movistar, que te llaman sin mirar la diferencia horaria y no les entiendes nada… Mientras seguimos con seis millones de parados y excelentes profesionales viendo cómo se marchitan sus CV.

¡Buen domingo, amigos!

2 comentarios:

Nómada planetario dijo...

Tienes toda la razón. Hace tiempo que le dije adiós a la operadora Molestar. No tienen la menor gana de atender al cliente.
Yo añado al ranking de personal antipático el de Media Mark. Cuando les dices que no encuentras un producto, entre el desorden que tienen, te responden que si no lo ves es que no ésta.
No se puede ser más borde con la atención al público.
Besos tras un domingo ajetreado.

TORO SALVAJE dijo...

Si señora!!!

Justo lo mismo pienso yo.

Que bien lo has dicho.

Besos.