sábado, noviembre 05, 2011

MI PERRO Y YO


Cada mañana me quedo observándole; no se inmuta aunque su cuerpo me hable. Desde el rabo hasta las orejas.
Y en sus ojos leo la mejor literatura; en ellos arde el amor, la tristeza, la esperanza, la pureza, la sabiduría. Términos que conoce a fondo por su olfato e instinto. Sentimientos que el hombre cree exclusivos suyos… ¡Qué necedad!
Su lengua trepa por las heridas humanas mientras su fidelidad está compuesta de esperas sin reloj.
Buceo en su perfil, me regodeo de sonrisas de gratitud, pero no dejo de preguntarme por qué Dios se lleva a los ángeles a su vera y deja tanto diablo suelto en un mundo en  el que a veces se apagan las palabras; no encuentro respuestas y el desánimo fluye por mis poros.
Mi perro lo nota y se acerca; me da un lametón en la mejilla. Levanto el rostro al cielo nublado y doy gracias, aunque las preguntas se queden flotando. Las personas no hay quién nos entienda.
¡Buen fin de semana, amigos!

5 comentarios:

Nómada planetario dijo...

Muchos temas escapan al entendimiento humano. Nunca olvidaré el día que caí inconsciente por el trompazo de la puerta del garaje y me despertaron mis perros a lametones en el suelo.
Besos y buen finde.

Juan Antonio ( Amaneceres mios) dijo...

Muchas veces ecuentras en los animales sentimiento casi perdidos en los humanos.Hoy he paseado por el barrio de santa cruz y al llegar a la calle Vida me acorde de ti.Me alegro que estes mejor y que vuelvas a escribir para deleite de todos.un beso fuerte amiga

Anónimo dijo...

Te voy a mandar más tarde un correo con el que te vas a emocionar, te lo aseguro.

Tu perro es el mejor regalo que te han podido hacer.

Me alegro que estés superando esa depre que tenías.

Buen fin de semana también para ti.

Maria Coca dijo...

Adoro los perros. Y reconozco esos gestos en los míos, amiga. Es un placer convivir con ellos.

Un abrazo.

Antonio dijo...

Los seres humanos estamos desequilibrados, por eso andamos evolucionando hasta encontrar el equilibrio... es esa búsqueda azarosa que nos hace ser malos y buenos, como en un eterno ensayo, pero los perros ya han superado esa situación y se han consolidado en relación a su entorno y su rol... Puede que esté diciendo un disparate, o puede que no...
Un beso cargado de ánimo y de lametones, aunque no está bien que eso lo diga un hombre, pero sí que lo haga un perro... ¿Ves como somos?