miércoles, julio 28, 2010

TRAS TUS HUELLAS Y CICATRICES

Me lo pidió casi en un susurro cuando la noche ya caía después de un día en que las buenas noticias habían llegado sin hacer ruido, sin darse importancia. “Escribe algo para mí” Me lo dijo con sus ojos de tierno chocolate, repletos de cicatrices. Con el corazón que late según el ritmo de mis pasos…
No contesté porque no quería robar la seducción de la súplica. “Pero es que yo no sé escribir por encargo“ dije para mí misma; no sé.. Las letras, las palabras, se dejan ver cuando laten sentimientos, cuando tienen algo qué decir por eso no escribo de encargo, no sé.
Sin embargo, esta mañana cuando el tren patinaba sobre el acero, he mirado por la ventana y el paisaje era tan claro, tan azul y verde y marrón en sus cumbres que me he acordado de él.
Por un lado estaba la sierra implada en su arrogancia, serena en su saber, transparente en su estar. Por otro, la tierra yerma, sobria, humilde y enjuta. Campos sin horizontes, extensos amarillos desencapuchados de sobriedad extrema. La huevera del pinar que recluta infancias…
De la sierra al páramo, así es tú, a veces hablas y no te sigo; la cima es demasiado alta. Otras, callas y comprendo el silencio que te envuelve y destila tanta humanidad.
… El tren desliza sus últimos compases. Cierro la libreta; acabo de atrapar unas palabras para ti.

3 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Preciosas palabras.
Tú puedes escribir lo que quieras.
Y el resultado siempre es bueno.

Besos.

Maria Coca dijo...

Qué hermosura de texto... Derrochas delicadeza por cada poro. Qué maravilla.

Besos grandes, amiga.

Anónimo dijo...

Muchas gracias por tus palabras.

Gracias