lunes, julio 19, 2010

LA LAGARTIJA, UNA MOSCA Y YO

Vivir en el campo es estar rodeada de bichos como en la ciudad de personas. Eso sí, éstas últimas su comunicación es aséptica mientras que aquí en la naturaleza todos hablan… a su manera.
Hace dos días se coló en casa una lagartija. Cuando nos vimos ambas nos quedamos unos segundos petrificadas; después corrimos en direcciones contrarias. Al rato, abrí la puerta y la vi marcharse tranquilamente; respiré tranquila. Lo que no sabía es que no me había librado de ella. Ahora me visita en la poyata de la ventana. Se queda mirándome con sus ojos menudos, seguro que intentando leerme el pensamiento. “Tranquila no te voy a hacer nada. Ahora bien, como se te ocurra comerme los geranios de la ventana, te machaco, ojito al dato” La he dicho y, claro que me ha entendido, pues ha mirado a un lado y a otro y se ha aposentado a dormir.
Al rato ha llegado una mosca y se ha puesto en mi hombro. La he dado tal manotazo que ha salido disparada. Se ha colocado justo encima de la pantalla; quieta, impertérrita a mis miradas asesinas. Cuando se ha cansado, se ha ido al lomo de la lagartija que, del susto, ha salido
zumbando.
He seguido escribiendo y, cuando he terminado, al ir a bajar la persiana para que el sol chicharrón no entrara en casa, la mosca y la lagartija, tomando la luz como el que se estira en una playa, me han dicho “hasta luego, muñeca”… Decidido, son unas descaradas.

10 comentarios:

Unknown dijo...

Me encantan estos dialogos, mas que los que tengo con muchas personas, ja, ja, ja.

Besos con esos bichitos adorables a quienes extraño.

L. Gispert dijo...

Ja,ja,ja, Mª Angeles, así de naturales son los bichitos del campo; por unos instantes han formado parte de tu atención, y hasta del interés de tod@s al leer tu post.

Que tengas un buen día.

Un beso,
Luis.

América dijo...

Mª Angeles es la naturaleza,sencilla y capaz de inspirarnos en las cosa sencillas,es la vida en todas partes.

Un abrazo.

TORO SALVAJE dijo...

Aquí en la ciudad hay otro tipo de bichos.
Bastante más preocupantes.

Besos.

añil dijo...

Un vecindario de lo más ameno.

Hace poco que te visito y me encanta pasar por aquí.

Muack

Anónimo dijo...

Llevas el arte dentro. Por eso todo, absolutamente todo te devuelve la mirada y te manda signos: la ventana dice, los geranios dicen, el sol chicharrón dice, la lagartija y la mosca dicen...

¿Qué dicen?

Pessoa respondería: "La misma cosa que nunca se dice"

(Traducido: hablan de una manera especial de mirar desde dentro...)

Enhorabuena, Rubia. Es el 99% de la vida.

La poeta anónima dijo...

Lo que menos me gusta del verano es el bicherío que trae.

Besos

Nómada planetario dijo...

También yo vivo al lado del monte y tengo algunas visitas de todo tipo, unas más molestas que otras. Hasta algún camaleón despistado se ha colado incluso.
Hasta luego que me voy a la playa.

MarianGardi dijo...

Simpáticas anécdotas amiga.
El campo me encanta!!
Besos

matrioska_verde dijo...

una ventana muy bucóilica y colorida, como tu relato cotidiano en el campo, sin duda.

biquiños,