lunes, junio 21, 2010

MEDITERRÁNEO I

El rumor del agua es suficiente para aplacar la tempestad porque el mar puede resultar bravo y cruel, pero cuando se mece en tu mente reposa en ella el yodo de su energía. Las yemas de sus olas suavemente cayendo sobre tu piel es confundirte con la serenidad que produce la naturaleza frente a nuestra alma de hormigón y el socarro castellano que envuelve nuestros ojos.

Las burbujas se arremolinan en la orilla. Blanquecinas y chispeantes hacen amago de encontrar mis pies. Estos se estremecen pues aún el sol no ha templado su calidez.

El horizonte se desdibuja tras un fino velo y trato de recordar cuando vi por primera vez el mar en aquella infancia anegada en la oscuridad de los primeros años. Debió ser impactante y amoroso pues cuando estoy frente a él la paz me cae como una suave película vistiéndome de platas y azules y ayudándome a extender las alas para que mi corazón vuelva a brincar sobre el terremoto de la vida.

5 comentarios:

ALBINO dijo...

Da la im presion de que iniciaste tus vacaciones a orillas del Mediterráneo. Para mi ese mar será siempre la voz y la poesía de Serrat y el viaje, en velero, que hice desde Barcelona hasta Genova.
Luego allí un amigo me llevó a visitar el cementerio. ¡No te jode! Por mucha escultura de Miguel Angel que haya, despues de doez dias de mar, buscaba otra cosa.
Menos mal que por la noche apareció la "bela bambinella".
Un abrazo

Luis y Mª Jesús dijo...

Me voy en 2 días, al Atlántico -Santipetri_ pero es igual.
Espero que estes mejor niña.
Nada de atontamiento consciente, al mar y a nadar, o a la piscina si el mar está lejos. Tu no eres de atontamiento.
Besazo

TORO SALVAJE dijo...

El mar es mi refugio.
Ante él todo parece sin importancia.

Besos.

Ricardo Miñana dijo...

Sin duda un hermoso lugar para las
vacaciones, el relax y la inspiracion.
que tengas una feliz semana.

Antonio dijo...

El mar siempre tiene un reclamo ancestral que nos llama.... De él salimos y de él sale la vida, el agua que vuela por los aires y nos riega, nos nutre y alimenta.
El MAR... ¡Qué bella imagen!
Besos