Vuelvo a intentarlo, pero sólo mis ojos se pasean por el espacio hasta que se produce un chasquido y se enciende una lamparilla en mi cerebro: la carita de un chiquillo con flequillo rubio y ojos tristes me miran. Sí, soy capaz de recordar que se llama Kaja. Imperturbables siguen ahí, frente a mí; me incorporo y voy hacia ellos…
De pronto, me he dado cuenta que he dejado de mirarme y vuelvo a estar colgada de la vida. Voy al ordenador, lo enciendo y me meto en Facebook y busco el nombre de Kaja y, cuando lo encuentro, tecleo “Hello, I am here”… No recibo respuesta, pero esperaré. Esa carita triste me ha sacado de mi ostracismo.
¿Cuántos niños habrá cómo él?
11 comentarios:
¡¡¡Cuántos niños habrá como él!!!
Un beso, Cantalapiedra.
Tus letra tienen sabor........... el sabor de lo lejano y mientras te escribo siento el latir de ellas........ bajo mis manos
Gracias por compartir
para algo sirve el descanso y el dejar volar la mente!!!!!! en esos momentos se logran resultados maravillosos, pero a veces el miedo hace que no paremos nunca,!!!!! por este niño y por otros y por todos que fuimos niñis! besotes
No debería haber ningún niño triste.
Hay algo más triste que eso?
Besos.
Al fin y al cabo es de lo poquito por lo que merece la pena luchar en este mundo
¿Como estas princesa...?
besitos de salmorejo fresquito
Siempre conmueves y tienes las palabras exactas.
Un fuerte abrazo.
Tengo que buscar a Kaja en facebook
Beso cielo espero que estemos juntas en el encuentro, ya que no pudimos estarlo el año pasado
Domingo: mañana aún es día de escuela. Tengo niños inmigrantes en clase. Otros lo pasan mal, y son de aquí.
No soporto el discurso contra los desfavorecidos de la vida. Aunque se camufle.
Besos, amiga.
Vengo a porner el día con tus relatos.
Gracias por compartir! Siempre es un grato placer el pasar a visitarte y salir bien.
Recibe un relajante y cálido abrazo de luz para tu ser.
Beatriz
Buenas noches.
cómo van tus "dormidas"???
Besicos.
PD.- Me equivoqué y le pregunté a Myriam... El "tarro", el mío,... ya ves cómo funciona... Y es que, con la tapa oxidada, le cueta trabajo abrirse y oxigenarse. :))
Cierto... cuántos niños???
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