lunes, abril 12, 2010

AZUL Y GRIS

Se fue ayer y ya hay quien le ha olvidado mirando al horizonte de coloridos azules y frambuesas en el crepúsculo. Pero en tierra adentro aún estamos merodeando la corteza de su pensamiento, y en las casas se huele a leña del arce o manzano. El día despierta en niebla pegada a la piel de la tierra. El gallo tirita al alba y su voz se queda prendida en el valle confundida con la de otro gallo.

Sin embargo, el invierno se fue del sur y ya viste de celeste al despertar y de azul pavo al caer la tarde.

9 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Que bien.
Que tarde en volver.

Besos.

Jesús Arroyo dijo...

Cantalapiedra:
De estas letras, se podría sacar un poema maravilloso porque él lo dice todo y en la mente de cada lector está el sentido.
Besos y felicidades.

Unknown dijo...

Yo te aseguro que estoy feliz.. en esta primavera.. que tenemos la suerte de estar vivos y disfrutarla y recorrerla y esperar con ilusión el verano..

Me gusta...

Besines

Nómada planetario dijo...

Ganas teníamos que tomara el primer avión el dichoso invierno por estos pagos.
Ahora estamos enfrascados en grabar reportajes para TV, aprendices de todo, maestros de nada.
Besos entre colas, recursos y totales.

Juan Julio de Abajo dijo...

El tiempo es un péndulo que oscila a rítmos atemporales desde la noche de los tiempos. Tan perenne como puntual. Y no nos traicionará jamás por esos extraños e insondables misterios que representa la naturaleza sabia. Afortunadamente.

Tiernos besos desde otras tierras de colores opacos.

JULIO.

Anónimo dijo...

A mí es que no me va mucho. Yo soy más de luz y jolgorio callejero.

Besos, amiga.

Antonio dijo...

Amiga mía, la primavera entra por el sur.
Un abrazo

guillermo elt dijo...

Bueno, bueno... eso de que se ha ido al surrrr... jeje... Pues casi, que el lunes de monas, justo empezó el mal tiempo, pero cá, las temperaturas ya no bajar por aquí... esperemos, digo, porque el tiempo está como una chota.

:)

Besicos.

Francisco Javier dijo...

Deliciosa imagen, de un color exquisito, y de un brillo monumental, con un texto bien acomodado y bonito, un placer sutil para la vista, sentir el aroma de tus letras.