lunes, febrero 01, 2010

SOL DE INVIERNO

Hoy despertó una mañana radiante. Nos habían abandonado las nubes grises que durante días se desplomaron sobre nosotros, y el cielo era un inmenso hielo azul.

También se había fugado el viento del paisaje y el esqueleto de los árboles estaba vestido de gotas de almendra escarchada.

El termómetro de la esquina marcaba tres bajo cero mientras Don Frío patinaba por las calles saludando alegremente a la gente que caminaba ofuscada buscando calor. Según andabas se abrazaba a ti dejando su estela en el vaho de tu aliento y el rostro como una estepa gélida. Las manos enrojecidas se escondían en los bolsillos del abrigo huyendo del aire glacial que, sin soplar, reptaba en el ambiente.

Hasta los charcos, riachuelos perdidos en el asfalto, eran diminutas pistas de patinaje, espejos congelados de un mundo irreal.

En un recoveco me escondí de Don Frío; bajé los párpados… El sol se dejaba tocar. Incluso él, con las yemas de sus rayos, te acariciaba dulcemente sin hacerte daño. Te arrullaba como sólo él lo sabe hacer en tardes de primavera y otoño.

Me susurraba que cerrara los ojos y me dejara llevar por el viento..., ese aire otoñal y melancólico mientras crujían las hojas a mis pies… Ya sé, era invierno y Don Frío esperándome a que saliera de la guarida pero, ¿para qué es la imaginación?

… Y me dejé invertir entre las nubes y ese sol de media mañana que me invitaba a desplegar las alas de mis sueños…


Sí, hoy amaneció un día alegre a pesar de la ausencia de grados; la luz te invitaba a soñar.

6 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

El sol obra milagros.
Disfruta del día.

Besos.

Ricardo Tribin dijo...

Muy lindo.... mi muy querida Ma. Angeles.

Alguien decia

"Sol solecito...calientame un poquito...."

Un beso con mucho carino

guillermo elt dijo...

A veces, da ganas de sentarse en una silla de anea, echarse para atrás y apoyarse en la pared, cerrar los ojos y sentir cómo el sol te da en la cara... Me refiero cuando hacen esas temperaturas y que vas con plumífero, gorro y bufanda.. Bueno, aquí algo más altas... las temperaturas, digo.

Bueno, y así, como digo, pues eso, dejarse llevar, con las alas desplegadas, a través de los sueños.

:)

Besicos.

El Drac dijo...

Es justo loq ue decía a varias amigas (¡no sé por qué tengo más amigas que amigos! ¿será por mi soltería??? ¡qué raro!)decía que cuando tengo que hacer algo muy engorroso y pesado (¡¡¡por favor Diosito que nunca haya temperaturas bajo cero!!!) siempre lo hago pensando o soñando o recordando y cuando menos lo pienso el trabajo está hecho y estoy de un humor envidiable. Un abrazo.

Luis y Mª Jesús dijo...

No sé si a ti te pasará pero a mi cuando era niña me daba igual que hubiera sol o nube, sin embargo ahora la luz del día me anima aunque me repliegue en la parka forrada para protegerme del frío.
Lo cuentas tan bonito aue he levantado la vista para comprobar el rayo de sol que se adivina allá a lo lejos pero no llega a calentar.
Besos

Maria Coca dijo...

Qué bien pero sabes? Lo mejor de todo está por llegar: con la primavera y el verano. Me encanta el verano.

Besoss