viernes, noviembre 07, 2008

ÉL

Estábamos tomando café. Él hablaba y hablaba, seguro que con afán de liberar la continencia. Yo hacía rato que estaba en otra onda más relajante que su voz cuando me sorprendió su pregunta “¿Por qué escribes?” Le miré sin entender y comprendió que no se había expresado con claridad, así que volvió a la carga “Es mejor leer porque, ¿qué aprendes escribiendo? Nada”… Si en ese momento mis ojos hubieran sido cuchillos, el cretino que tenía frente a mí no estaría vivo.
Sin embargo los ojos son un arma arrojadiza que enamoran y, como mucho, expresan indiferencia, o destilan un odio que no mata.
Medité la respuesta antes de que mis labios se pronunciaran; hablar con él no vale cualquier respuesta o se habrá salido con la suya. Su cabeza es ágil, mordaz e inteligente. La mía es lenta, tranquila, pausada y, cuando está con él, alelada.
… Y haciendo gala de ese refrán que dice más o menos que no hay mal que por bien no venga, me perdí en el pensamiento de la escritura y cuando volví, mi mirada era amorosa y mi voz sonaba al “Canon” de J.Pachenbel tan maravillosamente acordonada de autocontrol y musicalidad que me sorprendí a mí misma diciendo “Escribo para decir lo que me da la gana. Me encanta sentirme libre, vivir otras vidas, enamorarme de mis personajes y sentir lo que no alcanzo a comprender. Escribo para saber de la empatía y el odio. Escribo para humanizarme, para viajar en el túnel del tiempo y volver con la mochila llena. Escribo para hablar de lo que callo, para decir lo que siento, o no, quién sabe.
Escribo porque me divierte e, insisto, es en el único lugar de mundo donde mi libertad no tiene fronteras”… Mi final fue seco, como el frenazo de un coche. Mi vista volvió a aterrizar en su imagen. Le miré sonriendo mientras me levantaba de la mesa y con una seguridad que no es mía, al menos cuando estoy con él, dije “Hoy invito yo”… Me di la vuelta y me largué con viento fresco. Por primera vez en la vida, ese tipo de personas que me acoquinan y me hacen sentirme una pulga a veces, me importaba una higa. Yo era yo y mis circunstancias y él, ¿quién era él? Nadie que mereciera mi tiempo.
¡Buen fin de semana, amigos!

12 comentarios:

aapayés dijo...

Bello, precioso y sobre todo tu actitud que merece todo mi respeto y admiración y sobre todo, lo que dices con tanto derecho, quien es él...\

eso es importante decir lo que queremos decir cuando y con quien y a quien pero no nos debemos a nadie mas que nuestras propias conciencia...

saludos y que pases un fin de semana

El club de los Parados dijo...

que caracter y sobre todo que fuerza pero ...como que sentirte como una pulga...la percepcion que tengo de ti es de aluien bastante interesante...
Una sonrisa
Nos leemos

josé javier dijo...

¡Vaya seguridad en tí misma! ¿Será porque eres escritora y escribir nos da ese plus de ser medio dioses?
No se, pero... ¡Bravo, Angelines!
J.J.

Alegría dijo...

...jajaja jajaja... Me encanta...parece salido de mi boca... Te sigo hace unos meses, pero nunca me había decidido a escribirte...Muchos de tus escritos me han conmovido, hecho reflexionar, entristecido...éste, sobre todo, me ha hecho reir, porque yo hubiera reaccionado y expresado lo mismo que has dicho tú...hasta "mis finales" son como frenazos...jajaja jajaja. Un beso de Sur... que ama tánto el norte...

María dijo...

.... mientras los ojos del caballero de la mesa de al lado, sonriendo pícaramente, decían .... ¡OOOOOOOLEEEEEEEEEEEEE!

la-de-marbella dijo...

Hay preguntas que incomodan no por la pregunta en si, si no por el trasfondo que emiten. Esa, la que el tipo te cursó, es una de ellas.

Cuando alguien se siente impotente de realizar una acción que el de enfrente realiza a la perfección uno de sus ardices para empatar es enfrentarle a lo que realiza. Es un afan de minimizar los logros ajenos. Me encanta ver que eres capaz, no solo de distinguir el grano de la paja, si no apartarla de ti sin darle mayor importancia. (Creo que a eso le llaman hacerse mayor) Besos y buen fin de semana.

Anónimo dijo...

Una gran respuesta y una gran actitud. Tu decisión fue la acertada. Tu tiempo es algo muy valioso para tirarlo con cualquiera. Así que te doy la enhorabuena por tu valentía.
Dicho esto, tus razones para escribir son las de muchos, también las mías. Es algo que te hace sentir vivo, que te permite ponerte mil y un disfraces, que logra hacer que sientas en pieles ajenas. Escribir es algo único e íntimo, algo que el ser humano no debería olvidar hacer jamás.
Así que bien por ti y bien por todos los que escriben. Hoy nos sentimos menos solos y seguimos tu ejemplo.
Un beso muy grande.

Unknown dijo...

Hola Mª Ángeles!
Me pareció espectacular tu respuesta y actitud!

Uno libera tantos fantasmas escribiendo.
Desgraciadamente no todos entienden y/o comprenden esto.

Si traslamos esa pregunta
"¿por qué escribes?... es mejor leer"
a todos los autores de los libros que él leyó
no habría libros, no?

Mª Ángeles
desde este Buenos Aires con preludio de lluvia
dejo mis saludos y
con ellos
los mejores deseos para tí!!!

buen fin de semana!!!

besos

Adal

Unknown dijo...

quise decir:

trasladamos

Carlota dijo...

ole y ole... me hubiera gustado ver su cara ;)... genial la respuesta, creo que todos la sentimos así. Un besuco!

Anónimo dijo...

Eso es decidir y lo demás son gaitas.

Un beso desde casa de mi vecina que me deja seguir otros blogs.

Yo he tenido que replegarme al primero que hice (Taberna Lentiscal), pues mi ordenador sigue en la UVI.

Un beso.

Maria Coca dijo...

Muy bien hecho!!! Te aplaudo. Y esa respuesta es para enmarcarla.

Felicidades!!!